Una empresa de venta por correo env¨ªa en C¨¢diz publicidad pornogr¨¢fica a ni?os de dos a?os
Los cat¨¢logos remitidos promocionan d¨ªdeos de zoofilia y sadomasoquismo
Ana, una gaditana de Chiclana de dos a?os, no ha llegado a saber qu¨¦ tipo de publicidad le estaban enviando por correo. Zoofilia, sexo con embarazadas sadomasoquismo..."
"Pero si tuviera seis o siete a?os quiz¨¢s hubiera abierto la carta dirigida ella, con un cat¨¢lago de v¨ªdeos pornogr¨¢ficos"dice su indignado padre, Antonio D. T."Los temas sobre los que tratan esas pel¨ªculas no son ninguna tonter¨ªa, ni tampoco las im¨¢genes de la publicidad en donde aparecen las car¨¢tulas de los v¨ªdeos" cuenta Maribel Molina, la madre de Rub¨¦n, otro de los ni?os que, justo antes de cumplir los tres a?os de edad, hace un par de semanas, recibi¨® el mismo cat¨¢logo en su domicilio de Puerto Real. Los familiares de los peque?os se hacen las mismas preguntas: ?de d¨®nde han sacado los datos de los ni?os?, ?en qu¨¦ cabeza cabe el mandar estos cat¨¢logos a menores de edad?
"Parece evidente que se trata de un error. Es dif¨ªcil pensar, en la mala fe de la empresa Beauty Club, SA, puesto que ellos no sacan nada de mandar publicidad pornogr¨¢fica a ni?os que no van a comprar esos productos", dice un portavoz de la Agencia de Protecci¨®n de Datos. Se barajan dos hip¨®tesis. Que la empresa haya utilizado una base de datos equivocada, sin saberlo, o que se trate de una broma o venganza personal, posibilidad que los padres de los ni?os califican de "inaudita".
"No tenemos enemigos, ni conocemos a nadie que sea capaz de hacer algo as¨ª" dice Jos¨¦ Luis Casas, el padre de Rub¨¦n. "Por m¨¢s que hemos pensado, lo ¨²nico que se nos ocurre es que los datos los haya proporcionado alguien de la guarder¨ªa de la ni?a (en donde lo niegan) o del hospital en el que naci¨® Ana", dice Antonio D. T. ?l est¨¢ dispuesto a llegar hasta el final, y ya se ha puesto en contacto con otras familias afectadas para intentar hacer un frente com¨²n con el fin de que se les haga m¨¢s caso.
Cuando la Agencia de Protecci¨®n de Datos se enter¨® del caso de Ana el pasado mes de junio, a trav¨¦s de su publicaci¨®n en un diario local, comenzaron una investigaci¨®n de oficio, puesto que a¨²n no se hab¨ªa cursado denuncia alguna. "Nos pusimos en contacto con la empresa y llegamos a la conclusi¨®n de que seguramente se trataba de una broma o una venganza, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, ya que los datos que encontraron los inspectores en la base de datos de la empresa eran inconexos. No parec¨ªa que se hubieran obtenido a trav¨¦s de la maternidad de ning¨²n hospital, ni del censo, ya que en ¨¦ste figura la edad de cada persona" explica un portavoz de la Agencia de Protecci¨®n de Datos. "El problema con este tipo de casos es que los pedidos de cat¨¢logos se pueden hacer por tel¨¦fono, por lo que es imposible contar con ninguna prueba de que se hayan o no solicitado", se?ala el mismo portavoz.
Lo m¨¢s moderno del 'porno'
Leonor Salado tiene 20 a?os y acaba de terminar sus estudios de formaci¨®n profesional de t¨¦cnica en radiograf¨ªa. El 14 de marzo pasado abri¨® el buz¨®n de su casa de Puerto Real y se encontr¨® una carta dirigida a uno de sus cinco hermanos, Juan Jos¨¦, el m¨¢s peque?o, que tiene dos a?os. El sobre conten¨ªa los mismos cat¨¢logos pornogr¨¢ficos. Ella misma lo denunci¨® en la oficina del consumidor. "Era una porquer¨ªa", opina Leonor, "lo m¨¢s moderno del porno espa?ol". Esta joven dice que a un vecino de su misma calle tambi¨¦n se lo han mandado y que se han dado m¨¢s casos.
Representantes de las tres familias afectadas han presentado denuncias en las oficinas del consumidor de sus localidades. Estos organismos, remiten las quejas a la delegaci¨®n provincial de Consumo de la comunidad aut¨®noma correspondiente. Luego se trasladan a la Direcci¨®n General de Consumo de la Junta de Andaluc¨ªa, que las env¨ªa a la Agencia Nacional de Protecci¨®n de Datos para que se investiguen, y a la delegaci¨®n de Consumo de la Comunidad de Madrid, puesto que es donde la empresa denunciada tiene su domicilio social.
Este peri¨®dico ha intentado ponerse en contacto con los responsables de la empresa Beauty Club sin conseguirlo, por encontrarse de vacaciones.
Por su parte, los representantes de la Agencia de Protecci¨®n de Datos est¨¢n dispuestos a continuar con las pesquisas, siempre que les sean remitidas otras denuncias con las que puedan contrastar los datos con los que cuentan.
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