Marianne Faithfull desnuda la cultura del rock De Dylan y Hendrix a Burroughs, en la autobiograf¨ªa de la ex 'chica de Mick Jagger'
Las palabras con las que empieza Dante el descenso aI infierno en la Divina comedia son el pr¨®logo que abre el ¨²ltimo disco de Marianne, Faithfull, A secret life. Y no se podr¨ªa haber escogido mejor cita para elmajestuoso regreso a la vida y el arte de esta mujer con este trabajo que es el complemento musical -la banda sonora, en realidad- de su autobiograf¨ªa (Ediciones Celeste). Conocida por muchos solamente como "la chica de Mick Jagger", Faithfull.cuenta de una vez por todas, y sin frivoIidad ni censura, el verdadero viaje de muchos j¨®venes que en las dos ¨²ltima generaciones decidieron vivir a fondo la premisa de sexo, drogas y rock and roll. Un libro no apto para puritanos.
A los 48 a?os, Marianne Faithfull es capaz de sacar a la luz los aspectos m¨¢s oscuros y los m¨¢s deslumbrantes de su Vida al lado de figuras tan importantes Para la cultura de las ¨²ltimas tres d¨¦cadas como los Rolling Stones, Bob Dylan, Jimi Hendrix, John, Lennon, Paul McCartney, David Bowie, Allen Ginsberg, William Burroughs y muchos m¨¢s. Pero no es la visi¨®n simplista y anecd¨®tica de una groupie, contenta con airear sus experiencias con este ramillete de famosos. Marianne Faithfull cuenta su vida sin tapujos, sin arrepentimiento, sin culpar a otros o a s¨ª misma del calvario en que se convirti¨® su existencia. Su pasado es lodo, pero al recordarlo lo hace materia transparente.La perspectiva que adopta esta mujer de voz ronca y profunda es la visi¨®n l¨²cida, valiente, pero sin pretensiones ni falsos hero¨ªsmos, de alguien que se hundi¨® deliberadamente en el mundo de las drogas y que ahora, al volver la vista atr¨¢s, no pronuncia un mea culpa ni pretende ser ejemplo para nadie. "No rechazo ni un ¨¢pice de mi vida ni de mi historia, nada de eso. Lo que he estado tratando de hacer desde que empec¨¦ con el libro y el disco es ganar el derecho a ser yo misma en mi trabajo, y creo que es eso lo que he conseguido", dice ahora. Borr¨®n y cuenta nueva.
Reordenamiento
Lo cierto es que su historia parece cobrar significado s¨®lo a partir del esfuerzo de reordenamiento al que la ha forzado la escritura del propio libro. Embotada por todo tipo de drogas durante a?os -hasta el punto de vivir un par de a?os sentada junto al muro derruido en un barrio pobre de Londres, desdentada y s¨®lo pendiente de su pr¨®xima dosis- el relato de su vida tiene el desapasionamiento de quien no era totalmente consciente de lo que hacia, pero que ahora, con sensibilidad e inteligencia, recorre aquellos viejos caminos con las claves que le permiten descifrarlo.
Y as¨ª da pistas para reconstruir desde dentro la verdadera historia del swinging London de los sesenta, el nacimiento de los Beatles y los Rolling Stones, desde el punto de vista de alguien que los ve¨ªa como su grupo de amigos adolescentes y no como a estrellas del rock.
Tocados por el ¨¦xito demasiado temprano y due?os de su destino, describe c¨®mo se dispusieron a romper con todo. "Rollo, decadencia y sastrer¨ªa exquisita como no se hab¨ªa visto en Inglaterra desde la restauraci¨®n de Carlos II. ?ramos j¨®venes, ricos y hermosos, y la corriente -cre¨ªamos- iba a nuestro favor. Por supuesto, ¨ªbamos a cambiarlo todo, pero, sobre todo, ¨ªbamos a cambiar las normas. A diferencia de nuestros padres, no tendr¨ªamos que renunciar a nuestro hedonismo juvenil a favor del loco mundo de los adultos".
Fueron quienes marcaron las pautas de la naciente revoluci¨®n sexual del hippismo, con leyes que iban inventando sobre la marcha. "Era bastante absurdo, pero as¨ª ¨¦ramos entonces. Preguntabas a tu acompa?ante: ?Conoces a Genet? ?Has le¨ªdo Al rev¨¦s?, y si dec¨ªa que s¨ª, follabas con ¨¦l", cuenta Faithfull
La superficialidad de los primeros a?os de su adolescencia se fue ensombreciendo, aunquesu forma de abordarlo en la autobiograf¨ªa tiene siempre un tono amoral que enriquece el relato. Despu¨¦s de todo eso se muestra capaz de mirar con lucidez hacia atr¨¢s y hacia adelante. La autobiograf¨ªa de Marianne Faithfull tiene no s¨®lo el valor hist¨®rico de una testigo de primera mano en la gestaci¨®n del pop rock, sino el valor profundo de las memorias de una mujer que ha sabido reconstruir una humanidad. honda y madura de las ruinas de una vida, hasta ahora fragmentada y sin sentido.
Mientras escrib¨ªa el libro, estuvo preparando A secret life, un disco ¨ªntimamente ligado a la autobiograf¨ªa. "Este disco es sobre el amor, el sexo y la duda", explica ella. "Es muy claro y lo dice todo con honestidad, sin ser dram¨¢tico. Es caprichoso y complejo, y las letras est¨¢n bastante m¨¢s trabajadas de lo que la gente podr¨ªa esperar de m¨ª. El ¨¢lbum toca muchos de los temas oscuros que siempre he explorado, pero tambi¨¦n guarda una gran esperanza, lo que puede ser una verdadera sorpresa para quienes sigan pensando en m¨ª con temas tomo Broken english.
Adi¨®s a la 'Hermana morfina'
Marianne Faithfull inici¨® su carrera en 1964 con un tema que los entonces casi desconocidos Mick Jagger y Keith Richards escribieron para ella. Unos a?os despu¨¦s, escribir¨ªa la letra de la c¨¦lebre canci¨®n Sister Morphine, que aparece firmada por Jagger y Richards, aunque por problemas con su manager del momento su nombre no apareci¨® en los cr¨¦ditos. Era su primera canci¨®n y ser¨ªa tristemente premonitoria. "El resultado de esta creaci¨®n sin esfuerzo no fue precisamente inspirarme a escribir m¨¢s canciones, ?sino a tomar m¨¢s drogas! Me convert¨ª en v¨ªctima de mi propia canci¨®n. ( ... ) Sister Morphine fue mi Frankenstein", escribe despu¨¦s Faithfull, su m¨¢s terrible fantasma.Ahor¨¢ esta mujer, a¨²n hermosa y en la plenitud de su carrera, ha conjurado esos demonios y ha iniciado una gira por Europa. En la actuaci¨®n que ofreci¨® hace unos d¨ªas en el Festival de Montreux apareci¨® radiante y espont¨¢nea, con un aire de alegre viciosa, ya imborrable. Los supervivientes de ese oscuro viaje parecen, a veces, tocados por una luz especial, una luz densa y antigua. La de alguien que a su regreso del lado m¨¢s salvaje de la vida tiene muchos secretos que contar.Su nuevo disco, A secret life, deja atr¨¢s los ritmos m¨¢s rockeros y ha sido planteada como la banda sonora de una, pel¨ªcula inexistente, la de su propia vida. Angelo Badalamenti, el habitual colaborador de Devid Lynch, ha puesto la m¨²sica. El resultado es un disco de gran atm¨®sfera intimista, con magia y ecos de cabar¨¦.
Babelia
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