"Esto no es la NASA"
Un grupo de profesores y alumnos de la Polit¨¦cnica crontrola un sat¨¦lite desde un domicilio particular
Si tuviera m¨¢s medios, este grupo de profesores y alumnos de la Universidad Polit¨¦cnica ser¨ªa la NASA. Y si fueran la NASA, no necesitar¨ªan, por ejemplo, desenchufar la televisi¨®n cada vez que el UPM SAT-1, el primer sat¨¦lite universitario espa?ol puesto en ¨®rbita, se acerca al extremo occidental de Europa y hay posibilidades de contactar. Tras idear, dise?ar, construir el sat¨¦lite durante cuatro a?os, y despu¨¦s de presenciar el lanzamiento, el pasado d¨ªa 7 desde la Guayana francesa, ingenieros aeron¨¢uticos y de telecomunicaciones de esta universidad logran, cada 12 horas, recibir el mensaje del veh¨ªculo espacial desde una casa particular. Lo del desenchufe es porque unas complicadas modificaciones en la antena pueden provocar que con el contacto con el UPM-SAT 1 se desbarate la tele.
Al principio, la estaci¨®n de seguimiento se instal¨® en la Escuela de Ingenieros Aeron¨¢uticos, en la Ciudad Universitaria, pero la inmensa cantidad de frecuencias que convergen en el faro de la Moncloa convierte el lugar en un laberinto de emisoras. Y la se?al del peque?o sat¨¦lite -pesa 47 kilos y mide 0,45 por 0,4-5 por 0,53- se perd¨ªa entre las conversaciones particulares de los due?os de tel¨¦fonos m¨®viles, las consignas policiales o las charlas de los radioaficionados. Era, tal y como explica uno de los profesores, "intentar escuchar una hormiga dentro de una discoteca".
Indiferente al faro de la Moncloa, el sat¨¦lite segu¨ªa dando vueltas a la Tierra a una velocidad de 500 kil¨®metros por minuto, y el equipo improvis¨® una soluci¨®n de emergencia: coger lo esencial de la "estaci¨®n de seguimiento" e instalarla en el ¨¢tico de la casa de uno de los profesores, a las afueras de Madrid. Un experto en comunicaciones trep¨® al tejado de la casa y coloc¨® la antena especial; los encargados de la inform¨¢tica adaptaron los programas, todos cruzaron los dedos, esperaron a que el sat¨¦lite pasara por la zona de contacto procedente de ?frica y ... ?eureka!: con dos ordenadores, un m¨®dem, un esc¨¢ner, una emisora "de ambulancia" una antena especial y rotatoria y una cantidad enorme de inteligencia y trabajo, este equipo logra que en el ¨¢tico suene algo as¨ª como un biiiiiip emitido desde los 650 kil¨®metros de altura.
La informaci¨®n que manda ahora el sat¨¦lite es, esencialmente, sobre s¨ª mismo. Por el momento, se trata de comprobar su desarrollo. Tiempo habr¨¢, de experimentar en los dos a?os que le quedan a¨²n de vida operativa. Mientras tanto, cada 12 horas, un reducido equipo de ingenieros se desplaza, d¨ªa y noche, a la base del ¨¢tico. Lo importante es que el UPM-SAT 1 no est¨¦ solo cuando pase cerca de nuestro cielo y env¨ªe un mensaje.
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