Los maestros con verg¨¹enza

Manzanares/ Rinc¨®n, Ponce, Finito

Cuatro toros de Jos¨¦ Mar¨ªa Manzanares y dos, 1? y 3?, de Atanasio Fern¨¢ndez, desiguales de presencia, mansurrones y deslucidos. C¨¦sar Rinc¨®n, oreja y dos orejas; sali¨® a hombros. Enrique Ponce, vuelta al ruedo y oreja. Finito de C¨®rdoba, ovaci¨®n y divisi¨®n de opiniones. Plaza Monumental, 23 de julio. Casi tres cuartos de entrada.

No fue f¨¢cil la corrida de Manzanares, que debutaba como ganadero: fue mansurrona y con muy pocos viajes aprovechables. Si a pesar de ello, dos de los espadas del cartel estuvieron como estuvieron, convendr¨¢ decir que se ha confirmado como dos figuras del toreo y como dos maestros con verg¨¹enza.No as¨ª un Finito de C¨®rdoba muy desdibujado, al que aqu¨ª se esperaba con expectaci¨®n despu¨¦s de dos a?os de ausencia y que s¨®lo apunt¨® detalles de su buena clase en alg¨²n natural a su primero. C¨¦sar Rinc¨®n tuvo sumejor tarde en Barcelona, aunque la concesi¨®n de la oreja en su primero fuese algo generosa. El colombiano, no obstante, hab¨ªa estado muy templado y torero con la izquierda y en los medios, aunque el toro pronto se vino abajo y el muleteo fue a menos.

Rinc¨®n se luci¨® con el cuarto con hondas series con la diestra, una rematada con un afarolado realmente espeluznante. Tore¨® con la izquierda de frente y entendi¨® perfectamente que al toro no hab¨ªa que atosigarle, darle la distancia y en algunos momentos aliviarlo por alto. Lo hizo tanbien que buena parte del p¨²blico crey¨® que el toro era bueno.

Ponce se justific¨® plenamente y mostr¨® su ambici¨®n de primera figura del toreo. Su primero se aplom¨® muy pronto, pero antes ya lo hab¨ªa muleteado con sabor. Se la jug¨® de verdad con el quinto. Fue la suya una faena de gran m¨¦rito y de mucho valor, sorteando tornillazos y arrancando muletazos con su proverbial elegancia, sin cansarse de estar en la cara de un toro con problemas. Eso es una figura de verdad, con el toro que se presta y con el que no lo hace.