Solti: "El rebrote del fascismo me desespera"
El director de orquesta ha vuelto a Salzburgo para dirigir dos conciertos
Autor de m¨¢s de 250 discos, entre ellos 40 ¨®peras, ganador de 31 Premios Grammy y uno de los ¨²ltimos en la estirpe de los grandes directores de orquesta del pasado, Georg Solti, "ochenta y dos a?os y medio", seg¨²n dice, ha vuelto a Salzburgo para dirigir dos conciertos. Y tambi¨¦n para comentar su Traviata reci¨¦n grabada, desesperarse y dar la voz de alarma por el rebrote fascista que recorre Europa y afirmar que, cumplida con ¨¦xito la mayor parte de su carrera, a¨²n le queda un deseo ¨ªntimo: tener nietos.
Georg Solti no para un segundo. Estudia, ensaya, se asoma al gran escenario de Salzburgo para ver como prepara Riccardo Muti La Traviata, o atiende a una oronda soprano que viene a saludarle y a la que le dice tan fresco que le convendr¨ªa perder 10 kilos. Bronceado, de aspecto m¨¢s joven que su edad, habla un ingl¨¦s con un fuerte acento h¨²ngaro apoyado en muchos gestos con las manos. No defrauda nunca a su leyenda de gran energ¨ªa. Las otras leyendas van del donjuanismo, sobre el que no habla, a una firmeza con la orquesta que acepta como verdadera, pero sin llegar a los extremos del apodo Cr¨¢neo Chill¨®n que se le adjudic¨®. Su versi¨®n es que nunca ha gritado a los m¨²sicos porque si eran muy malos gritaba de otro modo: haciendo la maleta."Amo la m¨²sica", dice, "y lo ¨²nico que pienso para el futuro pr¨®ximo es reducir un poco el ritmo, una ¨®pera al a?o o cada dos a?os, porque esto es demasiado. Y la segunda cosa que voy a hacer es dedicarme s¨®lo a las orquestas de primera clase, a ninguna otra".
Solti, que actu¨® este fin de semana en Salzburgo con la Filarm¨®nica de Viena y un programa de Shostak¨®vich y Brahms, grabar¨¢ de nuevo en septiembre Los maestros cantores, de Wagner, con la Sinf¨®nica de Chicago, de la que fue director musical durante 22 a?os; el verano pr¨®ximo actuar¨¢ en Salzburgo con Fidelio, de Beethoven; y tambi¨¦n prepara la grabaci¨®n del Don Giovanni de Mozart. "Nac¨ª con esta energ¨ªa", explica, "Tengo dos hijas relativamente j¨®venes, de 25 y 22 a?os, y debo cumplir como padre. Me gusta hacer deporte, nadar, montar en bicicleta en nuestra casa de Italia o jugar al tenis. Mis dif¨ªciles comienzos son un factor para explicar mi car¨¢cter activo, aunque creo que a cualquier persona con talento es ¨¦ste el que la mueve. El talento te lleva, no puedes darle la espalda, sino aplicarlo a cualquier situaci¨®n, seas artista, pol¨ªtico o relaciones p¨²blicas. Y mientras me encuentre bien f¨ªsicamente seguir¨¦ haciendo m¨²sica".
Llamadas telef¨®nicas
Tras enviudar de su primera mujer, Solti se cas¨® hace 28 a?os con una periodista de la BBC, Valerie Pitts, casi 30 a?os m¨¢s joven, que hab¨ªa de entrevistarle. Las llamadas telef¨®nicas y las flores se sucedieron hasta que ella acept¨®. La hija menor de la pareja aparec¨ªa en la pel¨ªcula sobre Beethoven Amado inmortal haciendo un peque?o papel.
"Me gustar¨ªa ser abuelo lo m¨¢s pronto posible", comenta Solti. "Y ver a mis hijas asentadas en una familia. Y que vayan para arriba, no para abajo. La peque?a tiene mucho talento, pero un actor o actriz de cine necesita mucha suerte porque hay tantos... Mi hija mayor es profesora en Londres. Quiz¨¢ lo haya heredado de m¨ª porque yo tambi¨¦n me paso el d¨ªa ense?ando".
De joven, Solti tambi¨¦n tuvo esa tranquilidad dom¨¦stica que tanto valora, pero la perdi¨®. En 1939 fue expulsado de su trabajo como repetiteur en la ¨®pera estatal de Budapest por ser jud¨ªo. Su familia se doesintegr¨® en 1944, a?o de la muerte de su padre y de las deportaciones masivas de jud¨ªos h¨²ngaros a Auschwitz; su madre estuvo oculta en un s¨®tano durante dos a?os; su hermana huy¨® a Yugoslavia y ¨¦l a Suiza. Por eso, a Solti no hay m¨¢s que mencionarle a Le Pen, a Fini o a cualquier hecho relacionado con el auge neofascista para que exprese su rotunda protesta. "Es desesperante", explica. "Est¨¢ volviendo a empezar en Europa esa horrible maldad de los fascismos. En Rusia, en Alemania, en Austria... en Francia con Le Pen. Estoy muy triste con todo este absurdo. De todas formas, creo que a¨²n no es peligroso para el futuro. O eso espero. Parece que se mantienen en el 15% en Francia e Italia. El fascismo italiano es, afortunadamente, corrupto. Y cualquiera que sea corrupto no es tan peligroso, porque no es tan fan¨¢tico. He o¨ªdo que el se?or Fini, su nuevo l¨ªder, es un hombre con mucho talento, aunque muy corrupto. O sea que muy bien, eso me gusta".
Pero el mayor de los desmanes le parece a Georg Solti la guerra en la antigua Yugoslavia. "Considero terribles esos asesinatos de primer orden que est¨¢n sucedi¨¦ndose all¨ª", se?ala. "Tengo un conocido yugoslavo que me dijo que todos esos se?ores, Milosevic, Karadzic, Tudjman, son ex comunistas, fueron amigos de Tito. Y ahora andan compitiendo para ver quien va a ser el m¨¢s grande. Se trata de una rivalidad personal, de un odio organizado en busca de un superdictador a costa de miles de muertos".
Solti, que cree en la Europa unida y piensa que este ideal es el que puede prevenir la emergencia de un nuevo Hitler, defiende la educaci¨®n liberal como ant¨ªdoto contra el fascismo. En este sentido, sus proyectos son variados. El a?o pasado, en el Carnegie Hall de Nueva York, junt¨® a 80 j¨®venes instrumentistas con 15 de los mejores m¨²sicos de varias prestigiosas orquestas americanas. Presenci¨® ¨¦l mismo todas las audiciones, y tras dos semanas de trabajo en com¨²n, el resultado fueron unos conciertos y un disco. En Londres, Solti paga los costes de un recital de primavera en el que apadrina a nuevos valores.
"Pienso que esta joven generaci¨®n no tiene igual en las pasadas", dice, "y no s¨®lo en Am¨¦rica, aunque en Am¨¦rica particularmente. Sus escuelas son tan buenas... Es una herencia del se?or Hitler, qu¨¦ expuls¨® a tantos fant¨¢sticos m¨²sicos jud¨ªos o socialistas. Y ellos crearon cinco o seis grandes escuelas de m¨²sica en Am¨¦rica. Pero tambi¨¦n en Europa la joven generaci¨®n tiene mucho talento, en el este y en el oeste".
En noviembre pasado, Solti present¨® su versi¨®n de La Traviata, de Verdi, en el Covent Garden de Londres, una obra que nunca hab¨ªa dirigido para la escena. Las representaciones lanzaron a la soprano rumana de 29 a?os ?ngela Gheorghiu, con la que ha grabado el disco. Sobre La Traviata, "una obra maestra de la ¨®pera", el director explica que la sencillez ha sido su forma de abordarla. "He tratado de no dejarme fuera ni una sola nota, de no tratar de embellecerla, de no a?adirle ninguna peque?a cadencia, nada. Di exactamente cada nota y as¨ª resulta maravilloso".
Babelia
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