Valent¨ªn Massana: "No me entreno para ser segundo"

Valent¨ªn Massana lleg¨® a la meta como subcampe¨®n del mundo. Su entrenador, Mar¨ªn, se dispuso a abrazarle y el atleta cort¨® de ra¨ªz cualquier manifestaci¨®n jubilosa que le pudiera llegar exclamando: "?Pero yo quer¨ªa ganar!". Ya tiene pensado el desquite: "Conquistar dos medallas en los Juegos Ol¨ªmpicos, porque voy a salir en 20 y 50 kil¨®metros". La ambici¨®n de este marchador es infiita. Por eso, de puertas para dentro, no admiti¨® felicitaciones; luego, s¨ª, que por algo se ha convertido en un fijo del podio en cuantas competiciones interviene desde los tres ¨²ltimos a?os. Ayer subi¨® para colgarse la medalla de plata, tras la final de los 20 kil¨®metros marcha. Pero ¨¦l, en su fuero interno, segu¨ªa pensando lo mismo: "Yo no me he entrenado tanto para ser segundo".Ese tanto pueden ser entrenamientos de 30 kil¨®metros por la ma?ana y 25 por la tarde, o de menor distancia, pero a un ritmo que un ciudadano cualquiera no podr¨ªa seguir ni a la carrera -pruebe a hacer un kil¨®metro en menos de cuatro minutos -, tambi¨¦n puede ser haber descansado nada m¨¢s que diez d¨ªas de los 218 del a?o transcurridos hasta la final de ayer, o haber permanecido 76 d¨ªas concentrado, repartidos entre la costa alicantina y las monta?as de los Pirineos y las de Colorado, en Estados Unidos. A¨²n hay m¨¢s. Massana sinti¨® la derrota, m¨¢s que por el t¨ªtulo, m¨¢s que por el Mercedes con el que se premia a todos los vencedores, por una apuesta que se hab¨ªa cruzado con su novia: "En juego estaba que ella dejara de fumar".

Ahora regresa con una duda, la de si hubiera sido capaz de ganar si se repitiera la final. Cuando la repasa, advierte dos detalles, los dos, cuando ya no hab¨ªa tregua entre los cinco atletas que quedaban en cabeza.

El primero sucedi¨® en el kil¨®metro 17. Ya todos los marchadores que se disputaban las medallas hab¨ªan comenzado a resoplar. Massana era el que menos acusaba el esfuerzo, pese a ser el ¨²nico que, hasta entonces, hab¨ªa respondido a todos los ataques que le iban lanzando. Todos estaban contra ¨¦l, pues era el rival a batir; el otro, el ruso Schennikov, hab¨ªa claudicado mucho antes.

Un italiano, De Benedictis, empezaba a descomponer su estructura, pese a los cuidados que la hab¨ªa prestado, realzada con gafas negras, cadena de oro al cuello y un cuidadoso despeinado. Otro, Didoni, much¨ªsimo m¨¢s joven y sin palmar¨¦s internacional, acusaba la osad¨ªa de estar entre los mejores. Hab¨ªa tambi¨¦n un chino, campe¨®n de la Copa del Mundo, pero la tradici¨®n dice que quien la gana, ya no levanta cabeza en lo que queda de temporada, y junto con Massana iba un inexicano, Daniel Garc¨ªa, que corr¨ªa m¨¢s que andaba. Este atac¨® con virulencia extrema, tal es as¨ª que acumul¨® en poco tiempo los tres avisos, y Massana le respondi¨®. Ambos cometieron una tonter¨ªa, porque Garc¨ªa acab¨® descalificado y Massana, reventado.

Segundo error: lleg¨® desde atr¨¢s Didoni, arrastr¨® a Garc¨ªa y ¨¦ste consum¨® su descalificaci¨®n. Pero Massana, ya algo distanciado, no se enter¨®. Ni ¨¦l, ni nadie de los directamente afectados. Mientras el mundo entero sab¨ªa a trav¨¦s de la televisi¨®n que Garc¨ªa estaba descalificado, los jueces tardaron cuatro minutos en notific¨¢rselo. "Si llego a saberlo antes, lo mismo hubiera tenido fuerzas para irme a por Didoni, porque no es lo mismo intentar ganar a uno que a dos", manifest¨® Massana.

Massana da gran importancia al aspecto psicol¨®gico de la competici¨®n: "A los Mundiales llegamos los mejores atletas al 100% de forma, de tal manera que entre quienes aguantamos en cabeza, cinco en este caso, la forma f¨ªsica es muy parecida. Decide entonces el factor mental, que es el que te permite seguir manteniendo un alto nivel en la prueba cuando las fuerzas empiezan a faltar".

El factor mental

Ese factor mental lo encontr¨® Didoni cuando vio que, una vez que hab¨ªa quedado rezagado tras el ataque de Garc¨ªa, secundado por Massana, comprob¨® que la diferencia no iba a m¨¢s. Al contrario. Garc¨ªa baj¨® el ritmo, porque se tem¨ªa la descalificaci¨®n, y Massana, porque no pod¨ªa m¨¢s. Didoni (21 a?os), en buena forma e in centivado ante la posibilidad de iniciar muy pronto una carrera mete¨®rica, se fue a por la victoria y concluy¨® en un tiempo r¨¦cord para ¨¦l. Massana de fendi¨® su segundo puesto, que le vali¨® para decir oficialmente: "No tengo motivos para sentirme ' descontento, porque fui campe¨®n mundial, medalla de bronce en los Europeos y ahora subcampe¨®n mundial. Con tantas medallas, as¨ª me ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil seguir consiguiendo m¨¢s el a?o que viene".El mism¨ªsimo campe¨®n ol¨ªmpico, Daniel Plaza, se hubiera cambiado por ¨¦l. Lleg¨® muy contento porque, aunque en la d¨¦cima posici¨®n, por fin hab¨ªa terminado una final sin problemas cuando, una vez en el vestuario, le comunicaron que hab¨ªa sido descalificado. El otro marchador espa?ol participante, Fernando V¨¢zquez, se retir¨®. Daniel Garc¨ªa, descalificado a falta de un kil¨®metro, no tuvo reparos en acusar a los jueces: "Estoy encorajinado porque los jueces nos persiguen a todos los mexicanos. Hace dos a?os, en Stuttgart, me robaron una medalla [la de plata] y hoy otra".