Marcha b¨¦lica por la dehesa

Donde menos se espera salta el carro de combate. Los vecinos de Sevilla la Nueva (1.920 habitantes) observaron sorprendidos ayer c¨®mo un destacamento militar, compuesto por dos tanquetas y un todoterreno, se adentraba por su cuidada dehesa municipal y por las calles de una urbanizaci¨®n de las afueras.La dehesa, un bosque mediterr¨¢neo donde habitan rapaces y peque?os mam¨ªferos, fue atravesada por los ingenios militares sin causar ning¨²n da?o. Sin embargo, los soldados que las conduc¨ªan, con las caras pintadas como si estuviesen en la guerra, no respondieron a los gritos de los vecinos. "?Que por aqu¨ª no se puede pasar!", les espetaban los paisanos. Los militares siguieron impert¨¦rritos su camino. Pero de repente giraron 90 grados: se adentraron en las calles de la urbanizaci¨®n Los Cortijos.El alcalde de Sevilla la Nueva, ?ngel Batanero, del PP, escuchaba ayer, con sorpresa los testimonios vecinales. Con sorna respond¨ªa: "Habr¨¢ habido un golpe de Estado, digo yo". Luego, Batanero, m¨¢s serio, explicaba: "Los militares no tienen permiso para pasar por aqu¨ª. Es la primera vez que los veo en la dehesa. Me quejar¨¦ ante sus superiores".

Un portavoz del Ministerio de Defensa no daba ayer cr¨¦dito a estos hechos cuando fue preguntado por EL PA?S: "Es extra?¨ªsimo, tendr¨ªan alg¨²n problema y se meter¨ªan en la urbanizaci¨®n a buscar un tel¨¦fono". Unas horas despu¨¦s averigu¨® la verdadera causa de la incursi¨®n. "Se trata de los veh¨ªculos que operan en Bosnia", explic¨®. "Los chavales -entre 20 y 22 a?os- se est¨¢n entrenando para ir all¨ª; por eso", contin¨²a, "adem¨¢s de aprender a manejar el veh¨ªculo por el campo, a veces se meten por localidades, y es que en Bosnia. gran parte del tiempo tienen que conducir por medio. de las ciudades". Los soldados que se internaron ayer por Sevilla pertenecen al Regimiento de Caballer¨ªa de Villaviciosa, el mismo que estuvo el pasado a?o en Bosnia con la Agrupaci¨®n C¨®rdoba.

Seg¨²n el portavoz, es perfectamente normal que estas tanquetas se muevan con soltura por ¨¢reas rurales y urbanizadas sin necesidad de pedir permisos especiales. "No hace falta avisar si van a atravesar una urbanizaci¨®n", explica; "no son veh¨ªculos escandalosos; van pintados de verde, pero ni siquiera llevan cadenas; se mueven con seis ruedas muy parecidas a las de los tractores".

Sin embargo, el portavoz se apresur¨® a a?adir: "A la vista de que pueda causar alarma entre la poblaci¨®n, de ahora en adelante se recomendar¨¢ a los soldados no utilizar carreteras vecinales".