La sombra de Balenciaga
A Jes¨²s del Pozo se le fueron los ojos. No pudo evitar perseguir con la mirada a las sobrinas nietas de Crist¨®bal Balenciaga. Las cuatro j¨®venes iban ataviadas con cuatro modelos de noche del creador guipuzcoano y participaron en el homenaje que la universidad Complutense dedic¨® a Balenciaga la noche del mi¨¦rcoles en El Escorial con motivo del centenario de su nacimiento. "Soy su rendido admrador", reconoci¨® el dise?ador madrile?o, quien todav¨ªa conserva en su memoria la imagen de su madre con un abrigo negro de Balenciaga.En el homenaje participaron, entre otros, colaboradores del dise?ador guipuzcoano como Ram¨®n Esparza, Carmen Carriches y Fernando Mart¨ªnez. Al acto acudieron m¨¢s de un centenar de personas entre las que se encontraba Paco Clavel luciendo uno de sus t¨ªpicos modelos de cutre-lux.
Todos los ponentes constataron como Balenciaga (Guetaria,. 1895-Javea, 1972) se ha convertido para los dise?adores espa?oles en la referencia obligada. Con ¨¦l se inici¨® una manera de hacer la moda de Espa?a. Pero incluso con el Picasso de la moda Espa?a est¨¢ en deuda. Su firma fue vendida y adquirida por un millonario ¨¢rabe. El pr¨ºt-¨¢-porter de Balenciaga no existe. Ahora da nombre a un perfume y accesorios de lujo con forma de polveras. Tras la marca del donostiarra se esconde una firma internacional de dise?o. Otros nombres m¨ªticos de la alta costura han seguido el mismo camino.
"?Pr¨ºt-¨¢-porter? Yo no me prostituyo. Yo no dibujo una l¨ªnea, yo dibujo el cuerpo de la mujer", dicen que dijo Balenciaga antes de cerrar su taller de alta costura en Par¨ªs.
Sin embargo, para muchos dise?adores que no exista un pr¨ºt-¨¢-porter Balenciaga es un signo de la desidia con que se vive en Espa?a lo relacionado con el mundo de la moda. El propio Adolfo Dom¨ªnguez se pregunta "?por, qu¨¦ no se resucita una Firma como Balenciaga?". Como bot¨®n de muestra el dise?ador se?ala la resurrecci¨®n de la casa Chanel.
Babelia
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