Conmoci¨®n en las finales femeninas
R¨¦cord en triple, victoria de una siria en heptatl¨®n y descalificaci¨®n de la campeona de 200
La jornada camin¨® entre sobresaltos y conmociones. Quiz¨¢ fuera la tarde por la que se recordar¨¢n, los Mundiales de Gotemburgo. Dioses del olimpo de la talla de Michael Johnson y Derrick Adkins, dos gigantes del atletismo estadounidense, quedaban marginados en sus apariciones por la pista, porque el r¨¦cord mundial de triple salto no era l¨ªmite para dos saltadoras, porque una atleta siria ganaba la complicad¨ªsima prueba del heptatl¨®n y porque Gwen Torrance, despu¨¦s de abrazar al mundo por ganar tambi¨¦n los 200 metros, era descalificada por pisar la raya en la curva. Merlene Ottey, reina de los Mundialeg, por razones f¨ªsicas, se encuentra ahora que: tambi¨¦n puede serlo por los deportivos. El pasillo de saltos del estadio Ullevi ha pasado a estar considerado entre los m¨¢gicos. Dos Veces super¨® en ¨¦l Jonathan Edwards el r¨¦cord mundial de triple salt¨® y ayer Inessa Kravets (Ucrania) e Iva Prandzheva (Bulgaria) realizaron sendos saltos superiores a los 15,05) metros que figuraban como r¨¦cord antes de comenzar la competici¨®n, y hubo una tercera, Ana Biriukova (Rusia), que se qued¨® a un cent¨ªmetro de su ya antigua plusmarca.
Kravets, de 28 a?os, subcampeona ol¨ªmpica de salto de longitud en Barcelona 92, es uno de los casos de saltadoras reconvertidas a una especialidad en la que, en cuanto comenz¨® a explotar, consigui¨® buenos resultados pues el r¨¦cord de ayer no es sino la recuperaci¨®n de otros anteriores que tuvo: Estaba convencida de volver a lograr la plusmarca y a¨²n podr¨¦ mejorarla, pues mantengo defectos en la t¨¦cnica de. la carrera y el salto".
Sus 14,95 metros de 1991 se han convertido en 15,50 Cuatro a?os despu¨¦s, tras un salto en el que se jugaba todo o nada. Era el tercero, sus dos anteriores hab¨ªan sido nulos y si no superaba claramente los 14 metros quedar¨ªa no s¨®lo fuera del podio, sino de los ocho primeros puestos, cuya disputa continuar¨ªan las ocho atletas que m¨¢s lejos hubieran llegado, como le sucedi¨® a la mism¨ªsima. Yolanda Chen, la aut¨¦ntica candidata al r¨¦cord.
Kravets no arriesg¨® para evitar el salt¨® nulo y, a cambio, corri¨® tan r¨¢pido y se impuls¨® con tal potencia que obtuvo el salto de su vida y con una mejora de ?41 cent¨ªmetros! sobre el r¨¦cord mundial. A continuaci¨®n, Prandzheva, de 23 a?os, una atleta que s¨®lo ha practicado el triple salto, alcanz¨® los 15,18 metros. Por seis minutos no estableci¨® ella la plusmarca.
Mayor decepci¨®n conoci¨® Gwen Torrance (Estados Unidos) cuando conoci¨® su descalificaci¨®n tras ganar los 200 metros con enorme diferencia sobre sus mismas rivales de los 100 metros, Merlene Ottey (Jamaica) e Iri?a Privalova (Rusia), "La decisi¨®n de los jueces arruina incluso mi alegr¨ªa por haber ganado tambi¨¦n los 100 metros. Yo gan¨¦ con mucha claridad y ahora me parece, vivir una situaci¨®n irreal", manifest¨® la atleta.
Ottey, una atleta que acumula diez medallas de los anteriores Mundiales, se encontr¨® as¨ª con la de oro en los 200 metros, tras conquistar la de plata en los 100. Sus primera palabras fueron: "Gracias, Dios". A continuaci¨®n tuvo palabras para Torrance: "Ha corrido de manera extraordinaria, en un tiempo fant¨¢stico de 21.77 segundos y creo que ella puede realizar el r¨¦cord mundial alg¨²n d¨ªa. Yo me siento m¨¢s satisfecha por la medalla de oro que por el coche que me corresponde. Estoy necesitada de ellas, porque de mi colecci¨®n d¨¦ medallas de los Mundiales s¨®lo ten¨ªa una m¨¢s de oro".
Orgullo ¨¢rabe
La tercera gran sorpresa de la, jornada lleg¨® en el heptatlon. Ghada Shouaa, una atleta sirva de 21 a?os, que gan¨® los Juegos del Mediterr¨¢neo en 1993 y que. ha comparecido en Gotemburgo tambi¨¦n imbatible al m¨¢s alto nivel, despu¨¦s, de ser entrenada en Damasco por t¨¦cnicos rusos. En sus manifestaciones reivindic¨® su procedencia: "Represento a mi pa¨ªs y al Pueblo ¨¢rabe. Tengo que seguir progresando para ganar en los Juegos Ol¨ªmpicos".
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