"Los que ordenaron actos diab¨®licos deben comparecer ante la justicia", dice Mandela
La necesidad de promover la reconciliaci¨®n nacional tras una dictadura no es contradictoria con el derecho de las v¨ªctimas a que sean conocidos los padecimientos que sufrieron y designados sus responsables directos e intelectuales. ?sa, seg¨²n explic¨® ayer Nelson Mandela a EL PA?S, es la filosof¨ªa que anima a la Comisi¨®n de la Verdad reci¨¦n aprobada por el Parlamento de Sur¨¢frica. "Los que ordenaron actos diab¨®licos tienen que comparecer ante la justicia", a?adi¨®.Mandela recibi¨® al enviado especial de EL PA?S en su residencia del norte de Johanesburgo. El motivo era la entrega al presidente de la edici¨®n en castellano de su autobiograf¨ªa El largo camino hacia la libertad, publicada por EL PA?S-Aguilar.
La primera inquietud de Mandela tras comentar la edici¨®n espa?ola de su libro fue saber c¨®mo le va a don Juan Carlos y a su familia. No conoc¨ªa la noticia de la detenci¨®n en Mallorca del comando de ETA que pretend¨ªa asesinar al Rey. Tras un apenado silencio dijo: "Env¨ªe mis saludos a la familia real. Les aprecio mucho a todos. Me impresiona su sencillez, especialmente la de la Reina". Luego pregunt¨® por Felipe Gonz¨¢lez y, al escuchar que se enfrenta a una catarata de esc¨¢ndalos, dijo: "La corrupci¨®n es un problema en todas las democracias porque resulta insoportable para los ciudadanos, y con raz¨®n. Aqu¨ª tambi¨¦n tenemos que enfrentarnos con ese c¨¢ncer".
Mandela, que acaba de cumplir 77 a?os, demostr¨® firmeza cuando habl¨® de principios, flexibilidad a la hora de abordar situaciones delicadas del pa¨ªs y humor al referirse a s¨ª mismo
V¨ªctimas del 'apartheid'
Fue firme cuando justific¨® la necesidad de la Comisi¨®n de la Verdad. Ese organismo escuchar¨¢ las quejas de las v¨ªctimas del apartheid, convocar¨¢ a los presuntos autores materiales de las tropel¨ªas denunciadas y, de haber pruebas en su contra, les exigir¨¢ que confiesen y nombren a los que les dirigieron. S¨®lo la confesi¨®n y el arrepentimiento garantizar¨¢n el perd¨®n. Posibles cr¨ªmenes cometidos en nombre de la lucha contra el apartheid tambi¨¦n podr¨¢n ser presentados. "La Comisi¨®n de la Verdad", dijo Mandela, "tiene que armonizar el deseo de amnist¨ªa de la gente que cometi¨® cr¨ªmenes y el deseo de sus v¨ªctimas de que resplandezca la verdad. Pero los que ordenaron esos actos diab¨®licos tienen que comparecer ante la justicia".Mandela contrarresta esa firmeza con gestos tranquilizadores en direcci¨®n a la minor¨ªa blanca que, seg¨²n afirma, est¨¢ participando con lealtad en la creaci¨®n de la nueva Sur¨¢frica democr¨¢tica y multirracial. Hace unos d¨ªas se entrevist¨® con un grupo de generales inquietos por la Comisi¨®n de la Verdad. Hoy viajar¨¢ hasta Orania para tomar una taza de t¨¦ con Betsie Verwoerd, la viuda de Hendrik Verwoerd, que fue primer ministro entre 1958 y 1966 y uno de los arquitectos del sistema racista del apartheid. "No estoy entusiasmada con la visita de Mandela", ha anunciado Betsie Verwoerd. "Le recibir¨¦ pero hubiera preferido que no viniera". Orania es una aldea rural todav¨ªa reservada a los extremistas blancos, cuyos 400 habitantes han renunciado a la idea de protestar por la llegada del primer presidente negro de Sur¨¢frica y han optado por darle una "acogida de mera cortes¨ªa".
La taza de t¨¦ en Orania tambi¨¦n provoca las cr¨ªticas de los sectores radicales del Congreso Nacional Africano (ANC), el partido de Mandela, que piensan que el presidente va "demasiado lejos" a la hora de calmar a los blancos y, en cambio, "demasiado despacio" en la tarea de mejorar la situaci¨®n social y econ¨®mica de los negros.
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