Horror contra la paz
UNA TERRORISTA de Ham¨¢s ensangrento ayer Jerusal¨¦n y asest¨® un golpe terrible al proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo. El atentado -una acci¨®n suicida wntra un autob¨²s de l¨ªnea- se produjo horas dh1pu¨¦s de que las autoridades israel¨ªes levantaran el bloqueo de la franja de Gaza creyendo que la polic¨ªa de Arafat hab¨ªa logrado capturar a los militantes de Ham¨¢s que, seg¨²n sus informaciones, preparaban una acci¨®n de este tipo contra la poblaci¨®n israel¨ª. A su terrible resultado criminal -al menos seis muertos y cerca- de un centenar de heridos-, el atentado suma un devastador efecto psicol¨®gico al poner en duda la eficacia de las polic¨ªas israel¨ª y palestina y reavivar su mutua desconfianza. La carnicer¨ªa se produjo cuando los negociadores hab¨ªan concluido un acuerdo sobre la transferencia de varias competencias al poder auton¨®mico palestino en Ciijordania.Los terroristas consiguieron su objetivo de paralizar el proceso. " Pero que esa victoria de los enemigos de la paz se limita al corto plazo depende ahora de Rabin y Arafat. Una r¨¢pida apuesta conjunta por la continuidad del proceso de paz puede permitir que el eco de la bomba de Jerusal¨¦n no tenga efectos pol¨ªticos irreversibles. Ambos dirigentes deben proclamar que est¨¢n dispuestos a eliminar de forma coordinada todas las oposiciones al proceso, tanto de los integristas palestinos de Ham¨¢s como de los extremistas de las colonias jud¨ªas de Cisjordania. Y esa proclamaci¨®n debe traducirse en actos: las fuerzas de seguridad israel¨ª¨®s y palestinas tienen que aprender a trabajar conjuntamente, intercambi¨¢ndose informaci¨®n sobre los extremistas de ambos campos y, si es menester, realizando operaciones conjuntas contra ellos.
Pero la superaci¨®n de una mutua desconfianza de d¨¦cadas entre polic¨ªas y soldados de uno y otro bando exige que sus respectivos responsables pol¨ªticos den el ejemplo. Arafat est¨¢ obligado a dar pruebas materiales de que la seguridad de todos los habitantes de Jerusal¨¦n, que reivindica como capital de un futuro Estado palestino, es tambi¨¦n su problema. Aunque ello le obligue a actuar contra algunos de sus compatriotas. Rabin debe acelerar el cumplimiento de la segunda fase de los acuerdos de 1993: retirada militar israel¨ª de buena parte de Cisjordania, instalaci¨®n en ese territorio de la autoridad palestina y celebraci¨®n de elecciones libres. Y ello antes de que la campa?a para las elecciones legislativas israel¨ªes de noviembre de 1996 se le venga encima.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.