Madrid y Barcelona
Paseando d¨ªas atr¨¢s por las calles del Eixample barcelon¨¦s, mientras contemplaba sus bellos edificios y sus amplias y arboladas aceras, limpias y exentas de veh¨ªculos, no tuve m¨¢s remedio que pensar en Madrid. Las comparaciones probablemente sean odiosas, pero a veces son necesarias.Ya s¨¦ que la historia, la configuraci¨®n Ia mentalidad de una y otra ciudad nada tienen que ver entre s¨ª, y que no se pueden pedir peras al olmo (en este caso ser¨ªa al madro?o... o al manzano), pero ?por qu¨¦ no intentar frenar al menos el nivel de inmundicia que se acumula en las calles madrile?as y evitar por todos los medios que los coches invadan las aceras y las esquinas? ?Llegar¨¢n alg¨²n d¨ªa a poder salir a la calle los impedidos y ancianos que necesitan silla de ruedas para desplazarse?
Y, por otra parte, ?no seria m¨¢s humano colocar sillas, en lugar de pinchos, alrededor de las fuentes de la Puerta del Sol? (Y a Carlos III no creo que le haga tampoco muy feliz verse emplazado en lugar tan angosto, impidiendo el paso y hasta el correr del aire: ni el paisaje ni el paisanaje madrile?os se lo agradecer¨¢n).
Mientras caminaba por Barcelona pensaba tambi¨¦n en que, a pesar de todas las lacras del PSOE (que son infinitas), algo de bueno habr¨¢n hecho algunas personas, como el alcalde Pasqual Maragall, para qu¨¦ en circunstancias tan cr¨ªticas haya sido reelegido por los ciudadanos. Y que cierta mala conciencia en relaci¨®n con la cultura, debe quedarles a¨²n (resabio nost¨¢lgico, tal vez, de unos pol¨ªticos otrora j¨®venes idealistas) me fue gratamente confirmado cuando tropec¨¦ en Montju?c con un espl¨¦ndido monumento erigido en 1990 en memoria del pedagogo anarquista catal¨¢n Francesc Ferrer i Guardia, fundador de L'Escola Moderna y fusilado a ra¨ªz de la Semana Tr¨¢gica de Barcelona, vilmente acusado de haber instigado el atentado de Mateo Morral contra Alfonso XIII. "Barcelona repara amb aquest monument molts anys d'oblit i d'ignor¨¢ncia d'un home que va morir per defensar la just¨ªcia social, la fratemitat i la toler¨¢ncia", reza la preciosa leyenda que le dedica el Ayuntamiento de Barcelona. ?Podr¨ªa alguien imaginar ni remotamente algo semejante por parte del Ayunfamiento del PP del Madrid de los chirimbolos...?
Estimado alcalde: si es de sabios rectificar, a¨²n dispone de casi cuatro a?os para reparar algunos serios dislates (de los aciertos ya hablar¨¢n otros). ?No ser¨ªa razonable, por ejemplo, sustituir ese bodrio de la Violetera de la calle de Alcal¨¢ no dir¨¦ que por alg¨²n famoso anarquista madrile?o, pero s¨ª, se me ocurre, por alg¨²n discreto hito conmemorativo que recuerde a cuantos cayeron en Madrid v¨ªctimas de la intolerancia, para que nunca pierda esta ciudad su condici¨®n de "rompeolas de todas las Espa?as"?-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.