?Comedia feminista?

Hace unos meses, Azucena Rodr¨ªguez debut¨® como directora y guionista con Entre rojas, obra muy personal. Rodada con la habilidad de una profesional experta, no alcanz¨® el ¨¦xito de p¨²blico merecido.Convencida de que la ¨²nica manera de aprender a dirigir es haciendo pel¨ªculas, cuando todav¨ªa no ha terminado de montar la primera, acepta realizar Puede ser divertido, y empieza a rodarla inmediatamente despu¨¦s. Algo ins¨®lito en el mortecino panorama del cine espa?ol, pero todav¨ªa m¨¢s si se repara en que pasa de un extremo al otro del espectro cinematogr¨¢fico.

En unos meses rod¨® un proyecto meditado y muy interesante y un convencional encargo, una de tantas comedias que se ruedan en Espa?a, pero que quiere salir del anonimato con un planteamiento de ficci¨®n feminista. Con gui¨®n de la veterana Salvador Maldonado y la debutante Marga Mareo, basa su atractivo en mostrar a dos mujeres que se comportan sexualmente como dos supuestos hombres.

Puede ser divertido cuenta la historia de dos amigas, separadas y con un hijo cada una, que atra¨ªdas por el mismo hombre deciden compartirlo, pero sin que ¨¦l lo sepa. Planteamiento un tanto extra?o para estar contado desde el punto de vista de ellas, cuando la verdadera comedia feminista ser¨ªa, por ejemplo, la historia de una mujer que se acuesta al mismo tiempo con dos hombres, pero sin que ellos lo sepan.

Feminismos aparte, la pel¨ªcula tarda en atrancar, luego tiene una demasiado repetitiva parte intermedia y un final excesivamente convencional, que no aporta nada al resto de la historia. H¨¢bilmente rodada por Azucena Rodr¨ªguez, que consigue hacer cre¨ªble la un tanto peculiar situaci¨®n, no logra superar el poco atractivo que las guionistas han sacado a la situaci¨®n triangular planteada.

Asimismo tambi¨¦n nos encontramos con los m¨¢s variados desajustes en el terreno de la intepretaci¨®n. Como ocurre en Entre rojas, Azucena Rodr¨ªguez logra dar una nueva, atractiva y convincente imagen de Ana Torrent, pero el resto del reparto no se encuentra a la altura de las circunstancias, con la excepci¨®n de Amparo Soler Leal, que gracias a su gran profesionalidad consigue que resulten divertidos unos rebuscados di¨¢logos, al tiempo que crea a una muy personal madre disparatada.