La abuela Pedriza
Manzanares arriba se halla uno de los mejores miradores del parque natural, que ahora cumple 65 a?os
En 1916, el Gobierno espa?ol tuvo mucha l¨¢stima de "los cansados y consumidos por la ¨ªmproba labor y por respirar de continuo el aire viciado de las poblaciones", y promulg¨® la Ley de Parques Nacionales, a fin de que pudieran "tonificarse f¨ªsica y moralmente" en el campo, en lugar de encodillarse cual hurones en tabernas y otros tugurios insalubres. Ordenados por esta v¨ªa "la higienizaci6n y el. solaz de la raza", los madrile?os a¨²n tuvieron que aguardar casi tres lustros a que les decretaran alguna v¨¢lvula de escape, pues no ser¨ªa hasta el 30 de septiembre de 1930 cuando fueron declarados los tres primeros espacios protegidos de la regi¨®n, entre ellos el Sitio Natural de Inter¨¦s Nacional de la Pedriza.De modo que la Pedriza cumple ahora 65 a?os como patio p¨²blico y gran¨ªtico del proletariado capitalino: ya es abuela con todas las de la ley. Obtener una visi¨®n de conjunto de este "pedregal, escombrera de castillos de mano de Dios", que desde hace una d¨¦cada constituye el coraz¨®n rosado del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares es el prop¨®sito de esta gira. En el limite noroccidental, asi¨¦ntase Pe?a Carabinas, su atalaya m¨¢s se?era.
La caminata desde el aparcamiento de Canto Cochino hasta este observatorio discurre en primera instancia por la vera del Manzanares -tanto da la orilla elegida-, que baja trastabillando como un lobezno, encajado entre la cuerda de las Milaneras, las llambrias de Cerro Ortigoso y las faldas soleadas de la Maliciosa y las Guarramillas, donde surten sus veneros. Remont¨¢ndolo, el paseante se asoma a piscinas como la Charca Verde, vadea arroyuelos y descubre cascadas que vierten sobre pozas solitarias, cuya existencia ignoran los urbanitas, demasiado "cansados y consumidos" como para aventurarse hasta ellas.
Sobrepasada una zona de potentes saltos, el camino sigue con m¨¢s claridad por la margen izquierda, serpenteando entre jaras y retamas que en ocasiones rasgu?an las extremidades del excursionista. Pero sus fatigas est¨¢n a punto de concluir: proveniente del Collado de los Pastores, una pista salva el r¨ªo por el puente de los Manchegos y corre hacia levante por la ladera de la sierra del Franc¨¦s, entre pinos de tiempos de los gigantes. Tras haber superado 700 metros de desnivel, las pan torrillas reciben el llano con algo parecido a un orgasmo. O dos.
Siete kil¨®metros m¨¢s adelante -y van quince-, un perfume que no es de lavanda, sino de bicho muerto, atafaga al caminante. Buena se?al: pasto de los buitres, las osamentas de varias vacas yacen junto a la pista a un paso de Pe?a Carabinas, en cuyas praderas, si el tufo no lo impide, "nos zamparemos como lobos los gozos de la merienda", que dice Cela.
Entre bocado y bocado, los aqu¨ª llegados reconocer¨¢n con un mapa el anfiteatro de la Pedriza Posterior -llamada as¨ª por su positi¨®n respecto a Manzanares el Real-, presidido por su torre de 2.019 metros; el amontonamiento tumultuoso de la anterior, rematado por la mole del Yelmo (1.714 metros); el embalse de Santillana y el palor oro y gualda de la llanura. Todo ello, antes de retomar el camino que tra¨ªan y, en algo m¨¢s de diez kil¨®metros -que hacen 25- de vueltas y revueltas, plantarse de nuevo en Canto Cochino, "cansados y consumidos por la ¨ªmproba labor", pero m¨¢s contentos que unas casta?uelas.
Madrug¨®n y chapuz¨®n
D¨®nde. Manzanares el Real, capital de la Pedriza, dista 53 kil¨®metros de Madrid y tiene acceso por la autov¨ªa de Colmenar (M-607),con desv¨ªo poco despu¨¦s del kil¨®metro 35 por la M-609 y luego por la M-862 y M-60& La carretera de ingreso en la Pedriza se halla a la salida de Manzanares, direcci¨®n Cerceda. Conviene dejar el coche en el aparcamiento que se encuentra 300 metros por encima de Canto Cochino.Qui¨¦n. El personal del Centro de Interpretaci¨®n de la Pedriza (tel¨¦fono 853 99 78) atiende todos los d¨ªas de 9.00 a 18.00. Proyectan audiovisuales a las 10.00, 11.30, 13.00,13.30 y 16.45. Y -la bolsa de basura que dan a la entrada es para usarla.
Cu¨¢ndo. La excursi¨®n, con almuerzo y chapuz¨®n, se pone en siete horas. Hay que madrugar: la entrada al parque est¨¢ limitada a 500 coches.
Y qu¨¦ m¨¢s. Pe?a Carabinas puede alcanzarse tambi¨¦n en mountain-bike desde Canto Cochino siguiendo la pista que cruza el Manzanares por el puente de los Manchegos. Esta variante aparece descrita en 52 excursiones en bicicleta alrededor de Madrid (El Pa¨ªs-Aguilar). Para orientarse, Plano esquem¨¢tico de la Pedriza..., de Domingo Pliego. Escala: 1:8.000.
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