Entre correr y vendimiar
El futuro de nuestra democracia exige una r¨¢pida, en¨¦rgica y contundente reacci¨®n de la ciudadan¨ªa en favor de las listas abiertas acompa?adas por fotografias de los candidatos en traje de deporte. No hablo por hablar. Este peri¨®dico, en su edici¨®n de Andaluc¨ªa, reprodujo ayer una sobrecogedora imagen de Pedro de Jerez, l¨ªder del Partido Andaluz del Progreso (PAP) y portavoz en el Parlamento re gional de Coalici¨®n Andalucista, con todos los av¨ªos de correr, tarea que realiza puntualmente cada ma?ana para preparar su participaci¨®n en el pr¨®ximo marat¨®n de Nueva York. Para quienes tuvieron la suerte de no ver la foto, paso a realizar somera descripci¨®n, que les ruego lean despu¨¦s de tomar las precauciones debidas, incluida una solicitud de h¨¢beas corpus y una promulga ci¨®n ante notario de ¨²ltimas voluntades: ce?ido calz¨®n de l¨¢tex de inmaculado brillo Magefesa marcando discreto y, me temo, irreversible paquete municipal, camiseta ajusta da y no menos reluciente marcando monedero puesto a buen recaudo en la zona del est¨®mago y, sobre todo, el gesto, el vibrante gesto de corredor desafiante, entre Daniel Day Lewis en El ¨²ltimo mohicano y Judy Garland en El mago de Oz, capaz de poner en estampida al grueso de los caballos cartujanos de su ciudad, si pudieran atisbarle de no llevar piadosas orejeras. Desde el conjunto de excursionista de Pujol y los pertrechos tirolino / tiroleses del Papa en versi¨®n Marco / Heidi, no se hab¨ªa visto nada igual. Insisto: listas abiertas y ecograf¨ªas deportivas a discreci¨®n.?ste es s¨®lo uno de los muchos azotes fin de agosto con que la Providencia, cuyos trucos de acojone nos viene deparando acreditadamente desde hace milenios, nos obsequia estos d¨ªas. Por ejemplo, estoy desazonada ante el poder¨ªo de un hombre que, llam¨¢ndose Puertas -Bill Gates-, ha conseguido abrir una ventana: Windows 95. A m¨ª, semejante demostraci¨®n de fuerza interglobal me desborda, porque lo ¨²nico que se me ocurre ante la inform¨¢tica -sobre todo la de ventanas: es pesad¨ªsima- es llenarlas de geranios y de flamencas, debe de ser por influencias de este periplo sure?o y sudoroso que me estoy marcando.Lo cierto es que el lugar en el que hay que estar, en d¨ªas como ¨¦ste, es Cazalla de la Sierra, un pueblo de la sierra norte sevillana dotado de bosques v¨ªrgenes, r¨ªos, abundante caza y pesca y numerosos atractivos m¨¢s. Aqu¨ª tienen casa los finos intelectuales de Sevilla -burgues¨ªa ilustrada, como si dij¨¦ramos-, y hasta modistos como Lucehino & Visconti (?o eran Vittorio & De Sica?), que reciben a la chita callando a lo m¨¢s florido del jetar¨ªo nacional e internacional. Por este bello y pintoresco paraje han pasado en los ¨²ltimos d¨ªas Fergie de York, Carmen Mart¨ªnez Bordi¨² y el arquitecto consorte, Isabel Preysler, Claudia Schiffer y,- m¨¢s recientemente, Isabel Pantoja y Mar¨ªa del Monte. Deseo de todo coraz¨®n que no les haya pillado la veda de aves y hayan podido degustar pitorras con arroz, uno de los m¨¢s apreciados platos de la gastronom¨ªa local. Pitorras, ergo chochaperdices, o sea, becadas de carne tierna ligeramente m¨¢s peque?as que las perdices. No me digan que no es una degustaci¨®n ideal.Uno de los peores dramas con que puede enfrentarse una cronista en agosto es la falta de ubicuidad. Si yo fuera ubicada no habr¨ªa dudado en invertir algunas de mis noches en ayudar a vendimiar al marqu¨¦s de Gri?¨®n, al parecer pionero -en esto como en tantas otras cosas- de un nuevo y revolucionario sistema de vendimiaje con linterna en la cabeza -siempre llev¨® con elegancia. los adornos capilares: recuerden el tino con que transportaba cabezas de venado cuando le toc¨® abandonar la casa del Viso que compart¨ªa con la, entonces, todav¨ªa futura musa de Porcelanosa- que est¨¢ llevando a cabo en su finca toledana, do cultiva las vides que habr¨¢n de devenir en prodigiosos caldos. Qu¨¦ gran oportunidad perdi¨® su ex mujer de lucirse en camis¨®n triscando por los vi?edos
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