Vuelve la moda de llevarlos a la cripta
?sta es mi pen¨²ltima cr¨®nica de verano, lo cual anuncio porque s¨¦ que muchos descansar¨¢n, y el que avisa no traiciona. Es lo bueno de ser una adulta-burbuja condenada a hacer de la causticidad un arma defensiva y encadenada al m¨¢s est¨²pido de los aconteceres estivales: que te lanzan al mercado con la fecha puesta en la frente. Sin embargo, tiene su parte mala: no podr¨¦ asistir, el d¨ªa 2 de septiembre, al solemne traslado de los solemnes restos del insigne poeta Jos¨¦ Mar¨ªa Pem¨¢n, autor de la letra que, con calza dor, se le intent¨® a?adir al himno nacional. Afortunada mente no cuaj¨®, aunque los ni?os de los 40-50 tuvimos que aprenderla de memoria. Toda v¨ªa ahora, incluso cuando echo un polvo quiz¨¢s por la rareza del evento, me sale el Paulov patri¨®tico: "Arriba, Espa?a (horreur), alzad los brazos (horreur bis), hijos del pueblo espa?ol, que empieza a resurgir (horreur completa mente puesto al d¨ªa), gloria a la patria que supo seguir, por el azul del mar, el camino del sol". Grandioso poeta, a fe m¨ªa.Lo de Pem¨¢n forma parte del cat¨¢logo de celebraciones necr¨®filo-paddle tenis que nos espera en un futuro m¨¢s inminente que jamais. Te¨®fila Mart¨ªnez, alcaldesa de C¨¢diz, se ha apuntado a la iniciativa pro traslado de restos, inspirada por unas entidades culturales, por llamarlas algo, y recibir¨¢ a la momia -ya van dos, en las postrimer¨ªas del mes: Gir¨®n fue el primero- del que qued¨® como un poeta mon¨¢rquico, pero que, en sus a?os recios -cuando Franco mataba a sus compatriotas en cruenta guerra civil-, escribi¨® la oda Poema de la bestia y el ¨¢ngel, en honor del ¨¢ngel Francisquito y en contra de la bestia roja, mas¨®nica, conspirativa y partidaria del comunismo internacional y la penicilina, etc¨¦tera. Monsieur Pem¨¢n descansar¨¢ en la cripta de la catedral gaditana en donde ya se encuentra Manuel de Falla: es gracia que el autor de El amor brujo nunca esper¨® merecer.
En fin, me pierdo el gran aquelarre draculino-nacionalsocialista de la inquieta Teo, pero a¨²n me pierdo m¨¢s: ?qu¨¦ ocurrir¨¢ con las duras negociaciones que est¨¢n teniendo lugar, en C¨®rdoba, entre Sadeco y los cocheros de caballos? Sadeco, empresa municipal de saneamientos de C¨®rdoba -apoyada en los flancos por cuatro miembros de la secci¨®n sindical de transportes de Comisiones Obreras- est¨¢ empe?ada en ponerles dodotis a los caballos que, briosamente, transportan a los turistas en coches de ¨ªdems. Quieren impedir que los equinos caguen vigorosamente al trote, cual han venido haciendo hasta la fecha, y quieren hacerlo por el expeditivo m¨¦todo -al cual los cocheros se oponen- de ponerles una bolsa / evacuador como la que llevaba el difunto caudillo en el ¨²ltimo Consejo de Ministros de su era. Ahora bien, no se puede poner puertas al campo: una puede irse de turismo, a caballo, por las ruinas de Petra, pero toda la poes¨ªa del momento queda anulada por los inmensos pedos que se sueltan los equinos delanteros. Y es que nadie nos cuenta la verdad de nuestras vidas, ni siquiera Indiana Jones. Son los llamados efectos colaterales, que cualquiera que haya pasado por una invasi¨®n norteamericaria, o una planta hospitalaria de traumatolog¨ªa, conoce.
Sin querer ponerme ordinaria, pero muy afectada porque en un par de d¨ªas se me acabar¨¢ la bula para pensar en gilipolleces -para volver a la Europa descompuesta y sangrante, la nueva moda de oto?o, los jefes, en fin-, debo confesar que este art¨ªculo, y seguramente el de ma?ana, y seguramente los que vendr¨¢n, no habr¨ªan podido realizarse de no encontrarse sobre mi mesa, enmarcada en cueros repujados a prueba de diente, la foto del desnudo integral, de frente, arrrrr, que la revista Intervi¨² ha publicado, mostrando todo el talent¨® cil¨ªndrico de Richard Gere.
Conste, que la he conseguido, tras una inmisericorde lucha cuerpo a cuerpo con el botones, que nos ha salido pel¨ªn pro movimiento gay. Y no es para menos.
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