Ellos y ellas
"Los hombres est¨¢n sentados en la vida junto con su pareja y s¨®lo se entretienen mirando a las mujeres que pasan por delante", sentencia uno de los personajes de Dile a Laura..., debut como director del antiguo cr¨ªtico Jos¨¦ Ju¨¢rez, construido sobre la base de la guerra de sexos, versi¨®n chico tiene chica-chico, mete la pata-chico pierde chica-chico busca hacerse perdonar, y no sigo, porque tal vez alguien intuya un final diferente. La frase de apertura es un buen resumen de lo que se maneja en el fiime: los hombres son unos folladores en potencia, las mujeres sufren las consecuencias, aunque en ocasiones no les vayan a la zaga.Como muchas pel¨ªculas sobre fidelidades / infidelidades, ¨¦sta parte de un cataclismo original -la chica descubre por casualidad a su marido en el piso de otra, d¨¢ndose con gozo y prosopopeya a los placeres del sexo-, aunque su originalidad reside en que lo que narra es el largu¨ªsimo periplo del marido desde que es descubierto. Nuestro hombre sabr¨¢, entonces, que est¨¢ locamente enamorado de la Laura del t¨ªtulo, su esposa, mientras ella se da a inocente cortejo con un desconocido que, lo que es el g¨¦nero, resultar¨¢ conocido de su marido.
Dile a Laura que la quiero
Direcci¨®n: Jos¨¦ M. Ju¨¢rez. Gui¨®n: J. M. Ju¨¢rez, Antonio Oliver y A. Fern¨¢ndez Armero. Fotograf¨ªa: Jos¨¦ Luis Alcaine. M¨²sica: Mario de. Benito. Producci¨®n: Eduardo Campoy para Cartel y Aleph, Espa?a-Argentina, 1995. Int¨¦rpretes: Jorge Perugorr¨ªa, Ana ?lvarez, Nacho Novo, Mabel Lozano, Toni Cant¨®. Estreno en Madrid: Multicines Warrier, Vaguada, Palacio de la Prensa, Albufera Multicines, Benlliure, Aluche, Ideal Multicines.
El filme es pues, una comedia, otra m¨¢s en la interminable n¨®mina de filmes espa?oles de directores noveles que se apuntan al m¨¢s dif¨ªcil de los g¨¦neros posibles. La apuesta es alta, y en lo que respecta a su trabajo, Ju¨¢rez sale de ella bien parado: su sentido del ritmo es bueno, algunos de los elementos de la puesta en escena, como la situaci¨®n y los movimientos de c¨¢mara, son elegantes, el sentido del humor que destila en ocasiones el gui¨®n, del cual nuestro hombre es responsable, no est¨¢ nada mal.
Pero ese gui¨®n es la debilidad mayor de la pel¨ªcula, lo que la convierte en ocasiones en inveros¨ªmil. El principal problema afecta al punto de vista: la c¨¢mara esta casi siempre con el protagonista, Perugorr¨ªa, e inevitablemente contagia al espectador -es lo que se pretende- de la forma de mirar al mundo de ¨¦ste. Pero no hay en el narrador distanciamiento respecto al personaje, por lo menos desde la caracterizaci¨®n que el cubano -un actor excepcional, aunque aqu¨ª no lo demuestre- imprime a su personaje. Otro tanto ocurre con el de Ana ?lvarez, actriz a¨²n inexperta en lo que al g¨¦nero se refiere: ambas interpretaciones est¨¢n demasiado te?idas de trascendentalidad como para hacerse funcionales a lo que de ellas se pretende.
El resultado final es desigual, aunque no desde?able. Que Ju¨¢rez conoce las bases de su oficio est¨¢ fuera de duda, lo que no se puede decir de la mayor¨ªa de los debutantes en el g¨¦nero.
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