El Atl¨¦tico prolonga su racha

El Atl¨¦tico prolong¨® su estado de excitaci¨®n. La Liga le devolvi¨® al terreno de los sobresaltos, a la angustia de los puntos en juego, pero sobrevivi¨®. Despu¨¦s de pasarlo mal durante 66 minutos, de encontrarse con un inesperado gol en contra a las primeras de cambio, el cuadro rojiblanco remont¨® y resolvi¨® su deb¨² liguero con otro resultado contundente. Ante la Real, la era Antic conoci¨® su primer triunfo oficial.Repiti¨® el Atl¨¦tico el dibujo del verano, con cuatro defensas en el fondo, cuatro centrocampistas (aunque a Toni, definitivamente, hay que contarle como un mediocampista m¨¢s) y dos puntas. Pero el dise?o no asegur¨®, al menos de inicio, esa sensaci¨®n de orden y seguridad que apunt¨® este equipo durante la pretemporada. Al contrario, la respuesta de la Real (cuatro defensas, dos volantes de contenci¨®n, tres centrocampistas y un delantero) puso en serios aprietos al grupo de Antic, incapaz de controlar los movimientos ofensivos de la segunda l¨ªnea del centro del campo rival. Llegaron los primeros apuros y con ellos, un gol en contra. Salvo ante el C¨¢diz, este equipo no hab¨ªa tenido la necesidad de levantar un resultado en todo el mes de agosto.

Era una prueba en toda regla. ?Ser¨ªa capaz el nuevo Atl¨¦tico de superar un rev¨¦s as¨ª o se caer¨ªa a las primeras de cambio como tantas otras veces? El Atl¨¦tico se levant¨®, como asegura el resultado final, aunque recibi¨® una ayuda impagable. Cierto es que no perdi¨® el orden el conjunto rojiblanco con el tanto enemigo, que no se descompuso pese a su ceguera de ideas en la primera media hora, pero cierto es tambi¨¦n que el gol del empate, una inyecci¨®n de tranquilidad, fue un regalo de Alberto, el guardameta de la Real.

Lleg¨® en un libre directo de Pantic, ese arma de la que se ha provisto el Atl¨¦tico para las citas dinamitadas. El 10 serbio se hab¨ªa fabricado una leyenda de especialista durante el verano y eso, sin duda, le favoreci¨®: Alberto se esperaba un remate m¨¢s envenenado, no esa rosca mansa que Pantic le tir¨® abajo y junto al palo. Cuando el vasco se vio con el bal¨®n cerca, tembl¨® inesperadamente y se lo trag¨®. Luego, compens¨® sobradamente el error con un pu?ado de buenas paradas, pero esa especie de autogol levant¨® al Atl¨¦tico.

Con el marcador serenado, el Atl¨¦tico fue creciendo poco a poco. Pantic tom¨® el mando y se llev¨® al equipo hacia arriba. El serbio volvi¨® a repetir que se trata de un futbolista interesante, dotado de criterio, toque y remate. Y en las jugadas a bal¨®n parado es una amenaza permanente. Su posici¨®n centrada, eso s¨ª, condena a Caminero, la estrella natural del Atl¨¦tico. Debe jugar el madrile?o escorado a la izquierda y all¨ª, aunque goza de libertad para meterse hacia el centro, se pierde.

Guiado por Pantic apareci¨® el mejor Atl¨¦tico. Fue en la segunda parte, cuando el equipo de Antic ense?¨® determinaci¨®n, agresividad e insistencia. La Real, mientras, fue cediendo terreno, aceptando la batuta del rival y limit¨¢ndose a impresionarle a base de contados contragolpes. Paso a paso, ocasi¨®n a ocasi¨®n, el Atl¨¦tico fue volcando el resultado.

Antes de su recuperaci¨®n definitiva, tuvieron que esperar los rojiblancos a que Lubo Penev se ajustara las botas. Tuvo el b¨²lgaro todas las ocasiones del mundo, pero su desesperante lentitud unas veces y su falta de punter¨ªa en otras, retras¨® la remontada. Fue el propio Penev, eso s¨ª, el que la firm¨®. Primero, al aprovechar un servicio de Kiko tras un robo de bal¨®n de Toni en un saque de banda (jugada de concentraci¨®n, de ¨¦sas que le gustan a Antic) y despu¨¦s, al marcar un penalti cometido sobre ¨¦l mismo tras un nuevo pase genial de Kiko. Simeone, en la ¨²nica falta que no bot¨® Pantic sino Toni, culmin¨® la goleada en un ejercicio de raza, jug¨¢ndose la cara ante Pikabea.

Con el viento a favor, el Atl¨¦tico jug¨® mejor, m¨¢s cercano al que asombr¨® durante la pretemporada. El estreno en la competici¨®n oficial le someti¨® a un examen (remontar un tanto en contra, de ¨¦sos que no hace mucho le derrumbaban para siempre) y lo aprob¨® con nota. La Liga al fin naci¨® con buen color por el Manzanares.