Mi ¨²ltima cr¨®nica
?sta es la ¨²ltima cr¨®nica de Ramontxu Gonz¨¢lez Arrieta en esta Vuelta. Nuestro corresponsal en el pelot¨®n fue expulsado ayer de la carrera por pegarse a pu?etazos con otro corredor durante la etapa. Antes de cantar la cr¨®nica, Ramontxu estaba destrozado. Por su habitaci¨®n desfilaron algunos compa?eros del Banesto, como Marino Alonso, para consolarle. "Es que lo han puesto dos veces por Eurosport", dec¨ªa Ramontxu. "Lo he visto y no pod¨ªa creerme que fuera yo. Es la primera vez, en mis 28 a?os, que me pego con alguien. Ni en la calle ni en ninguna carrera me hab¨ªa pasado nada igual". Ramontxu en su cr¨®nica no ha querido para nada hablar mal de Sierra. Ramontxu coger¨¢ hoy un avi¨®n hacia Bilbao e intentar¨¢ olvidar el incidente, aunque seguro que anoche no durmi¨®. "?C¨®mo lo voy a olvidar?". Estaba tan desanimado el corredor que hasta quer¨ªa llevarse en el equipaje la ropa de ciclista sucia.
Ha sido un d¨ªa muy complicado y, sobre todo, muy conflictivo por el altercado que nos ha sucedido a mi compa?ero -es lo que le tendr¨ªa que llamar en teor¨ªa, porque hacemos el mismo trabajo- Leonardo Sierra y a m¨ª. Creo que nos han traicionado los nervios en una situaci¨®n de carrera que se da, normalmente, mil veces al d¨ªa.Quiz¨¢s todo ha comenzado por una maniobra poco ortodoxa, incontrolada m¨ªa. Como and¨¢bamos nerviosos por el tema del aire e ¨ªbamos ya cara a meta, sin ninguna maldad me he cerrado un poquito contra el pelot¨®n. Ha sido un giro brusco, algo habitual cuando quieres evitar un bache o algo as¨ª. Enseguida me he dado cuenta de que he molestado porque la gente de atr¨¢s se empez¨® a quejar. Siempre que hay un movimiento brusco en el pelot¨®n, los dem¨¢s compa?eros se llevan un susto. Por eso ped¨ª perd¨®n con la mano y di por terminado el incidente.
Sin embargo, ha coincidido que Sierra estuviera a mi rueda. Una vez hab¨ªa pedido yo perd¨®n, el segu¨ªa hablando con un tono como de burla. La verdad es que yo no entend¨ªa lo que dec¨ªa porque, aun siendo, venezolano, hablaba en italiano. Hemos perdido los nervios. Hemos llegado a las manos en la misma bicicleta, a casi 60 por hora. Hemos ca¨ªdo al suelo y sin ning¨²n control hemos llegado a pegarnos. Yo estaba con esa furia que todo el mundo puede llegar a llevar dentro. Perd¨ª el control y, la verdad, llegamos a una situaci¨®n para ambos vergonzosa y bochornosa. Es muy triste ver llegar a las manos a dos que tantas horas pasamos en la carretera, compartiendo alegr¨ªas y penurias.
Estoy arrepentido. Creo que he da?ado una imagen. En los seis a?os que llevo de profesional y en mis 28 a?os de vida nunca he tenido un altercado de esas caracter¨ªsticas. Nunca, dada mi personalidad, he sido una persona conflictiva y nunca he tenido problemas con mis compa?eros, directores o periodistas. Y creo que no tengo que dar ninguna explicaci¨®n m¨¢s porque la gente ya me conoce.
No quiero hablar mal de nadie, pero hay unos cuantos detalles sobre el corredor venezolano que le catalogan como un poco especial. No quiero criticarle, porque lo mismo podr¨ªa hacer ¨¦l conmigo, pero voy a contar un detalle que vimos ayer. Cuando el Carrera, su equipo, se puso a trabajar para abortar la fuga de Tom Cordes, empez¨® a llover en el primer puerto y la carretera se puso muy peligrosa. Empezamos a bajar y ¨¦l iba en cabeza, con otros corredores del Carrera. Entonces se cayeron varios de sus compa?eros y ¨¦l tuvo el mal detalle de acelerar despu¨¦s de ver a los de su equipo ca¨ªdos en la cuneta.
Con esto no le quiero criticar. Si la responsabilidad se pudiera medir, yo le dar¨ªa un 50% a cada uno.
Estoy arrepentido por tal situaci¨®n. Me he quedado excluido de la Vuelta, un objetivo, como el Tour, por el que llevaba trabajando todo el a?o. Lo siento por mis compa?eros y por el equipo, que me hab¨ªan dado el otro d¨ªa la oportunidad de seguir dos a?os m¨¢s.
Despedirme de esta manera no es nada agradable.
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