Novillero valiente

Carlos Pacheco es un novillero valiente. Sorprende sobremanera la decisi¨®n, el ¨¢nimo, la fe y la seriedad de un debutante que no derrocha calidad art¨ªstica, pero s¨ª desprende la gracia que se deriva de la emoci¨®n, del valor y el deseo aut¨¦ntico de ser torero. Pacheco no obtuvo un triunfo arrollador, pero dej¨® la impronta de su seriedad, que es sello suficiente para ser tenido en cuenta.

Es vulgar con el capote, pero muestra una gran seguridad en el tercio final. Sus dos novillos, mansos y manejables, le permitieron faenas con altibajos, pero presididas por el toreo ajustado y la ligaz¨®n. Y mostr¨®, adem¨¢s, capacidad de improvisaci¨®n y amplio repertorio. Cuando trataba de adornarse ante su primero, cay¨® de rodillas en la cara del novillo e improvis¨® un farol cambiado muy torero; a continuaci¨®n, intent¨® repetir el pase y fue desarmado. Comenz¨® la faena al segundo con un pase cambiado de rodillas, se luci¨® en una buena tanda de derechazos, se gan¨® una espectacular voltereta en un abaniqueo por la espalda y cobr¨® una gran estocada.

El resto del festejo fue un tost¨®n magn¨ªficamente amenizado por la banda de m¨²sica. As¨ª, mientras un torero hu¨ªa o el otro daba un trapazo, las notas musicales desconocidos pasodobles sonaban a gloria. Antonio Mu?oz posee escasas cualidades toreras. Su primero fue complicado y el novillero opt¨® por no jugarse nada. Le falt¨® valor. En el otro, manejable, se mostr¨® vulgar, pesado y nunca se cruz¨®.

Rondino, muy decidido, le falt¨® acoplarse. Brill¨® en una tanda de naturales en el quinto, pero sus faenas resultaron r¨¢pidas y poco ordenadas.