Desidia camino de Sevilla
BIijlevens gana al 'sprint' y Jalabert suma otro segundo de bonificaci¨®n
CARLOS ARRIBAS, El sue?o totalitario se acerca: Ri¨ªs no tom¨® ayer la salida. S¨®lo Olano se interpone: cuatro del ONCE entre los cinco primeros. No hay piedad ni conformismo: entre ellos se pegar¨¢n por ocupar el podio. A su alrededor, debilidad y desolaci¨®n. Orwell no dar¨ªa un duro por esta Vuelta que ayer pas¨® su ecuador con el triunfo en Sevilla del sprinter holand¨¦s Blijlevens tras una etapa llana, lenta y sin historia, salvo en un par de m¨ªnimas an¨¦cdotas: Jalabert, el l¨ªder, continu¨® con la rapi?a de bonificaciones, aunque se qued¨® en un segundo; Olano, el resistente, intent¨® lucirse en el sprint, la especialidad con que se inici¨® en el ciclismo y que ten¨ªa pr¨¢cticamente abandonada, y el imprevisible escalador calvo Pantani logr¨® su mejor puesto en lo que va de Vuelta luchando con los codos en la llegada masiva. Toda esperanza de subversi¨®n parece perdida.
Y sin embargo quiz¨¢s sea todo un espejismo provocado por el sol aplanador y la desidia que generan las etapas tontas. Puede ser que analizando menos fr¨ªamente los datos que ofrece la general y pensando en lo que queda de Vuelta -Sierra Nevada, ma?ana, y luego Pla de Beret y el Tourmalet- se encuentre alg¨²n argumento para creer que la Vuelta puede reencontrarse con la emoci¨®n.
La ronda espa?ola es hasta ahora una competici¨®n desigual. Se inici¨® con un equipo fuerte -el ONCE- y 19 menos preparados. En los 11 d¨ªas de competici¨®n, la diferencia entre ricos y pobres se ha ido acrecentando. La cuota de mala suerte que todos han recibido no ha sido igualitaria. El Gewiss, por ejemplo," ha perdido a uno de sus l¨ªderes, Riis, y el otro, Ugrumov, medita su retirada por sufrir problemas respiratorios. Olano, del Mapei, no recuper¨® el liderato en Salamanca, lo que habr¨ªa variado el sentido t¨¢ctico de la carrera, por una ca¨ªda. Los equipos que sin posibilidades en la general podr¨ªan haber inclinado la balanza a un lado u otro tambi¨¦n han pagado el diezmo. Las presuntas figuras -Pantani, Virenque- parecen m¨¢s pendientes de sus asuntos que del devenir de la carrera. En suma, el ONCE, un ej¨¦rcito bien organizado, lucha contra una resistencia que no encuentra fuerzas, aunque, por lo menos, tiene un l¨ªder: Abraham Olano. El ONCE, sin embargo, es un ej¨¦rcito en el que su fuerza radica en el excepcional momento de su general, Laurent Jalabert.
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