Bombas humanitarias
Durante los pasados meses los lectores de la mayor¨ªa de los diarios y, supongo, de otros me dios de, informaci¨®n han sido atacados con horribles im¨¢ge nes de-j¨®venes desgarrados por, la metralla, de ni?os mutilados" de ancianos desesperados, llorosos, fam¨¦licos. Una sucesi¨®n de horrores, que ca¨ªa, espiada damente, sobre. nuestros ojos indefensos. Es tan grande la presion de estas im¨¢genes que no nos da tiempo a pensar qui¨¦n las recoge., qui¨¦n las administra y, menos aun, quien las manipula. Porque, sin duda se trata de una feroz manipula ci¨®n. Si no fuera as¨ª no se en tender¨ªa muy bien, la insistencia en mostramos la "maldad" de un, determinado grupo humano, en este caso los serbios.Nadie nos explica las razones si pudiera haberlas de est¨¢ ex tra?a guerra, nadie nos cuenta los pasos que han llevado a tal ignominia; nadie nos habla de los errores cometidos, de los negocios ocultos de los azuzados fanatismos. Nadie utiliza el lenguaje ese ¨²nico instrumento de inteligencia: y comprension entre los hombres para aclarar causas, combatir aberraciones, liberar la mente. M¨¢s bien. al contrario: una sucesi¨®n. de im¨¢genes mudas, pero de extraordinaria crueldad, una cadena implacable de violencia y crimen que, en su silencio, insin¨²a. a nuestro cerebro la justificaci¨®n, de cualquier medio para evitar semejantes -desastres.
En esas fotografias se va en trelazando, insidiosalnente, otro lenguaje de apariencia t¨¦cnica, y realista para, que los buenos administradores de la. ayuda humanitaria acaben, cuanto antes, con la violencia y la muerte que, s¨¢dicamente, nos han ido mostrando. Aunque sea, claro est¨¢, haciendo uso de la "buena" violencia, de los. buenos. bombardeos., La serie de fotograf¨ªas y de informaciones con que, a lo largo de tantas semanas, se nos ha regalado parece que no es sino la preparaci¨®n, en nuestra conciencia, de los convenientes reflejos condicionados, para hacemos agradecidos c¨®mplices de la salvadora y filantr¨®pica crueldad.
La manera, pues, de acabar coi! tales, desgracias aparte de las ley fantasmales reuniones en Ginebra es el saludable bombardeo de las posiciones enemigas y mantener, as¨ª, fresco e insuperado el monstruoso, hip¨®crita nauseabundo juego de la guerra.
El ¨²nico diario -espa?ol que acaba de llegar a mis manos la prensa alemana trae parecidas noticias al tiempo que informaba de los bombardeos lanzados por los aviones de la OTAN, ofrec¨ªa. como ayuda humanitaria para nuestros pobres insensibilizados, deshumanizados ojos, una indica fotograf¨ªa de tres ni?os inocentes pastorcillos de la peor buc¨®lica sentados, en una apacible colina, pr¨®xima a sarajevo, contemplando felices el rugido de los humanitarios aviones.. Los muertos inocentes todos los muertos de todas las guerras son inocentes que provocan esas bombas humanitariamente morta les, no apareceran, me temo, en los peri¨®dicos.
No sabemos todav¨ªa qu¨¦ es peor, si la maldad que atribuimos siempre a los "otros", o esta ideolog¨ªa salvadora, que nada salva, ni siquiera la buena conciencia, fomentada tantas veces por tiranos oligofr¨¦nicos, maestros. de saberes pol¨ªticos cuyo turbio submundo desconocemos, y por sus ignorantes y miserables lacayos. Seria una mala esperanza de futuro si nuestra intelistro deseo, de gencia y no entender y de crear vida quedase abotargado por las mercanc¨ªas que nos venden los traficantes y recientes de la discriminaci¨®n 90 y de la muerte escondidos, por desgracia, bajo la ya andrajosa y lastimosa denominaci¨®n de "ayuda humanitaria".
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