Toni Mir¨® abre el sal¨®n Gaud¨ª con dise?os veraniegos inspirados en ambientes c¨¢lidos

Antonio Mir¨® es un hombre de escenarios diversos y sabe sacar partido a Barcelona, la ciudad en la que vive y trabaja, optando para sus desfiles por los rincones m¨¢s simp¨¢ticos que el medio urbano le brinda. En esta ocasi¨®n, el jueves por la noche, eligi¨® la popular plaza Reial como escenario para presentar sus colecciones hombre y mujer para la pr¨®xima temporada estival. Sus modelos caminaron con soltura por un amplio espacio abierto al cielo entre sones cubanos y mulatas de tez morena.Cuba le ha servido de referencia para realizar esta colecci¨®n inspirada en la luz -el blanco es el color predominante- y finalmente orientada hacia un colorido mucho m¨¢s festivo, gris sombra, azul agua caribe?a, negro noche y brillos de fiesta expresados en efectos tornasolados.

Mir¨® descubre a un hombre relajado que a partir de prendas impecablemente confeccionadas puede permitirse el lujo de dar su propia lectura doblando el bajo del pantal¨®n, desabrochando la camisa y hasta ofreciendo un toque chic con corbatas cada vez m¨¢s anchas y m¨¢s cortas. Chaquetas rectas y muy amplias, casacas entalladas, y si el tiempo lo requiere, guayaberas floreadas.

En mujer, ese campechanismo se vuelve m¨¢s refinado, cuida con esmero el contorno de los hombros, el pecho, el cuello y la cintura. Salta del sport a la etiqueta con la misma facilidad y osad¨ªa con que se permite combinar colores tan dif¨ªciles como el naranja y el rojo, el verde y el azul. Los trajes de corte masculino recuerdan a una Cuba, y las transparencias y vaporosas superposiciones color sobre color, a otra bien distinta.

David Valls se mantiene fiel a su estilo despu¨¦s de un par de temporadas alejado de las pasarelas. Sus dise?os siguen destilando languidez; juega con la mezcla de prensas que se mezclan y se confunden, y consigue un paisaje tan armonioso de formas y tonalidades que a veces resulta mon¨®tono.

Los crudos siguen siendo sus tonos preferidos. Al hombre le quita el cintur¨®n y le brinda la oportunidad de caminar a sus anchas con pantalones ligeramente fruncidos y atados en la cintura. A la mujer la envuelve en estructuras de punto con apariencias met¨¢licas, seguramente el esp¨ªritu urbano del pr¨®ximo milenio.

Con una puesta en escena algo sosa present¨® Jordi Cuesta en su tienda-estudio del Ensanche barcelon¨¦s la esencia de su colecci¨®n vali¨¦ndose de Judith Masc¨® y Katja Storkholm, prometida del pr¨ªncipe heredero Federico de Dinamarca. Cuesta reafirma su estilo centr¨¢ndose en la ca¨ªda y la fluidez de los tejidos, colores sobrios y materiales de calidad.