Desbandada serbia en Bosnia central
Largu¨ªsimas columnas de carromatos arrasdos por mulas, tractores, coches, furgonetas y camiones abarrotados de civiles y enseres amontonan en todas las carreteras de accceso a Banja Luka, el basti¨®n serbio de Bosnia. Las autoridades les impiden el acceso a la ciudad, que, llena a rebosar, no puede coger a m¨¢s refugiados. La regi¨®n de Banja Luka vive una nueva avalancha de refugiados serbios (60.000, aunque algunas fuentes apuntan la cifra de 100.000) que huyen del avance de las tropas croatas y del Ej¨¦rcito bosnio-musulm¨¢n, que ya han pasado a controlar m¨¢s del 50% del territorio en esta rep¨²blica ex yugoslava, dando un espectacular vuelco a la guerra.
ENVIADO ESPECIALNo hay periodistas extranjeros en Banja Luka. Las autoridades de Pale han denegado sistem¨¢ticamente todos los permisos, para evitar la presencia de testigos ante este nuevo drama humano de proporciones gigantescas, en un intento por impedir que cunda el p¨¢nico entre la poblaci¨®n. Los autobuses que hacen diariamente el trayecto de Banja Luka a Belgrado se han suspendido hasta nueva orden. Toda la ciudad de Banja Luka es un campamento ambulante de refugiados, con im¨¢genes tan inusuales como las de caballos, mulas y vacas devorando el cesped por todas partes. Escuelas, guarder¨ªas, centros comerciales y la f¨¢brica, de tabaco est¨¢n repletos de refugiados. Grupos de soldados abatidos, sucios y derrotados deambulan como marcianos. Hay estos d¨ªas en esta ciudad m¨¢s militares que en el frente.En uno de los centros de acogida, un joven soldado con el fusil camina exhausto. Dos mujeres de avanzada edad le abrazan y besan. Es la escena de la desolaci¨®n, Ha llegado de Jajce, donde los serbios se batieron el mi¨¦rcoles en retirada. Hay numerosos militares, fusil y mochila a la espalda, caminando entre las columnas de refugiados. En una explanada al lado de la carretera de Banja Luka a Prijedor hay dos autocares. Junto a ellos, dos centenares de soldados derrotados comen en cuclillas la raci¨®n de combate.
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Comit¨¦ de notables
Banja Luka cierra la puerta a los refugiados
Las autoridades locales de Omarska, reunidas en una especie de comit¨¦ de notables, explican que en los pr¨®ximos d¨ªas esperan la llegada de m¨¢s refugiados y lamentan la falta de medios para atenderles. Llegan agotados, algunos tienen que ser ingresados, y en Ornarska s¨®lo hay dos m¨¦dicos. "S¨®lo la Cruz Roja nos ha dado algo de ayuda, totalmente insuficiente", dice una de las autoridades. La mayor ayuda llega de los mismos vecinos, que aportan comida y acogen en sus casas a algunos de los refugiados. "Nos hemos quedado sin reservas, despu¨¦s del ¨²ltimo ¨¦xodo que pas¨® por aqu¨ª en agosto (de Krajina)", asegura otro de los responsables del municipio. "Pedimos comida, mantas, medicinas y desinfectantes ?stas son las necesidades m¨¢s urgentes", a?ade.La avalancha de refugiados en la regi¨®n de Banja Luka comenz¨® los d¨ªas 10 y 11 de septiembre, seg¨²n explica Maria Teresa Countinho, de la oficina de ACNUR en Banja Luka. En el distrito de Prijedor se han improvisado 15 centros de acogida en todo tipo de locales p¨²blicos, otros ocho en Sanski Most, cuatro en Banja Luka, y tres en la sierra de Manjaca. Unos 10.000 desplazados deambulan por las carreteras en busca de techo. Desde el comienzo de la guerra la regi¨®n de Banja Luka ha acogido a 350.000 refugiados. Teresa Countinho subraya que los bombardeos de la OTAN han afectado a las misiones del ACNUR, que no desplaza ning¨²n convoy humanitario por toda la rep¨²blica serbia por razones de seguridad, lo que se traduce en que los almacenes de Banja Luka est¨¢n casi vac¨ªos en un momento de m¨¢xima necesidad.Slobodan Ecimovic, responsable en Banja Luka de los refugiados, enumera las dificultades para hacer frente a este problema: "Por culpa de los bombardeos de la OTAN hemos quedado incomunicados del resto del mundo en este grave momento.Adem¨¢s sufrimos el embargo de la ONU y organizaciones como ACNUR y la Cruz Roja Internacional tienen los almacenes casi vac¨ªos: los convoyes no pueden desplazarse desde Zagreb, porque no lo permiten las autoridades croatas, y desde Belgrado demoran mucho m¨¢s. Todas las donaciones no cubren ni el 10% de las necesidades".
El destino de estos miles de refugiados es incierto, ya que dif¨ªcilmente podr¨¢n seguir el camino -Serbia y Montenegro- de sus hermanos de Krajina cuando fueron expulsados en agosto por el Ej¨¦rcito croata. En Banja Luka no faltan las opiniones que dan por hecho que tendr¨¢n que quedarse en esta regi¨®n, al menos durante cierto tiempo. Los pocos croatas y musulmanes que todav¨ªa viven aqu¨ª pueden prepararse, sin duda, para una nueva oleada de expulsiones.
Al caer la noche las fogatas iluminan los accesos a la ciudad de Banja Luka. La ciudad est¨¢ rodeada de miles de desahuciados a los que ahora ha tocado pagar el precio del pacto irracional de pretender "edificar" territorios ¨¦tnicamente puros. No ser¨¢n los ¨²ltimos.
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