Cada cual a lo suyo
TRAS UN primer episodio de bronca, nacionalistas catalanes y socialistas parecen volver a las formas civilizadas de ruptura. Al estilo un tanto abrupto con que CiU comunic¨® que vetar¨ªa los Presupuestos respondi¨® el Gobierno, por boca del ministro Solbes, con una insinuaci¨®n de retirada del 15% del IRPF que son¨® a intercambio de represalias. Ambas cosas eran escasamente coherentes con los mensajes que cada uno hab¨ªa prodigado para justificar su alianza desde 1993.Frente a la oposici¨®n de pi?¨®n fijo de Aznar y Anguita, Pujol hab¨ªa defendido un compromiso orientado a hacer compatible el crecimiento econ¨®mico con la superaci¨®n de los desequilibrios, en la l¨ªnea de los criterios de convergencia de Maastricht. Si se admite que los Presupuestos eran ahora el principal instrumento para culminar esa orientaci¨®n, resulta incoherente pasar a considerar secundario su contenido. Pero no menos incoherente es amenazar con el 15% despu¨¦s de haber sostenido que no se trataba de una contrapartida en favor de los catalanes, sino de una medida de corresponsabilizaci¨®n fiscal favorable para el sistema auton¨®mico en su conjunto.
Las ulteriores matizaciones por ambas partes han restablecido un clima de m¨¢s sosiego, pero ni CiU ha rectificado su intenci¨®n de presentar una enmienda de devoluci¨®n ni el PSOE se ha apeado de la suya de aguantar al menos hasta la primavera pr¨®xima. Resulta por ello sorprendente que Solbes haya proseguido los contactos-sindicatos, empresarios, otros grupos parlamentarios- como si sus Presupuestos tuvieran todav¨ªa alguna posibilidad de pasar. O bien, hay alg¨²n dato desconocido por la opini¨®n p¨²blica, o bien se trata simplemente de una forma de ganar tiempo hasta fines de octubre, que es cuando se votan las enmiendas a la totalidad.
Gonz¨¢lez no ha descartado disolver entonces, pero como ello supondr¨ªa celebrar las elecciones en plenas vacaciones de Navidad, no parece nada probable que la disoluci¨®n se produzca antes de diciembre en cualquier caso. Pujol tiene mucho menos tiempo para decidir. Debe convocar las auton¨®micas catalanas en un plazo de diez d¨ªas si quiere celebrarlas el 19 de noviembre. En ese caso es posible que CiU trate de acentuar las diferencias con su antiguo socio en otros terrenos. Por ejemplo, votando en contra de algunos proyectos de ley en tramitaci¨®n o dando v¨ªa libre a determinadas comisiones de investigaci¨®n inc¨®modas para el PSOE, en primer lugar la de Intelhorce.
El plazo que buscan los socialistas es el que necesitan para alcanzar los otros dos objetivos que, junto a la aprobaci¨®n de los Presupuestos, esgrimieron como argumento para mantener la referencia de marzo: la culminaci¨®n de la presidencia espa?ola de la UE y la aprobaci¨®n de algunas leyes en tr¨¢mite, sobre todo el C¨®digo Penal, que est¨¢ en danza desde los tiempos de UCD. La tercera raz¨®n, invocada s¨®lo a veces, es la de contar con tiempo para lanzar un candidato que sustituya a Gonz¨¢lez si ¨¦ste, como ha asegurado Pujol, tiene ya decidido no presentarse.
La posibilidad de que los nacionalistas catalanes rechacen en el tr¨¢mite del Senado el proyecto de nuevo C¨®digo Penal es remota, por lo que seguramente ser¨¢ aprobado antes de fin de a?o. La presentaci¨®n conjunta por parte del PSOE e IU de una petici¨®n, para que la ley de ampliaci¨®n del aborto se tramite por v¨ªa de urgencia hace pensar que quiz¨¢ tambi¨¦n ese proyecto pueda pasar antes de la disoluci¨®n. Ser¨¢ ahora o dentro de mucho tiempo, porque dif¨ªcilmente prosperar¨¢ una ley como ¨¦sa tras la previsible victoria de Aznar. Pero si es as¨ª, tampoco IU se libra de una incoherencia final: pedir la tramitaci¨®n de urgencia de una ley que considera fundamental a la vez que solicita la disoluci¨®n inmediata del Parlamento.
Con o sin presupuestos, este Parlamento tiene entre manos un C¨®digo Penal que debe ser tramitado hasta el final. A esta ley, que acostumbra tener vida centenaria, le resta un recorrido parlamentario de apenas dos meses. Es probable que s¨®lo por ella merezca ser recordada esta legislatura por lo dem¨¢s tan poco memorable.
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