La hora de un Tribunal Penal Internacional

Amnist¨ªa Internacional considera este a?o cr¨ªtico para poder establecer un Tribunal Penal Internacional permanente en este milenio. El borrador del estatuto, elaborado por expertos de la Comisi¨®n Internacional de Juristas, est¨¢ sometido al estudio de un comit¨¦ de la ONU.Durante el 500 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, que comienza ma?ana, los Estados deber¨¢n tomar la decisi¨®n cr¨ªtica de convocar una conferencia en 1996 para convertir en realidad el proyecto, lo que representar¨ªa un punto culminante en el a?o del 50? aniversar¨ªo de la ONU.

Finalizada la II Guerra Mundial, el establecimiento de los tribunales para cr¨ªmenes de guerra de Nuremberg y Tokio hizo concebir esperanzas sobre el advenimiento de un nuevo, sistema de justicia internacional. La ONU, reci¨¦n creada, comenz¨® a trabajar para establecer un Tribunal, Penal Internacional. Pero se interpuso la guerra fr¨ªa.

Son innumerables los ejemplos de cr¨ªmenes contra la humanidad que no han sido juzgados. La saga de la impunidad deja un sombr¨ªo legado para el futuro.

En los ¨²ltimos a?os se han creado dos tribunales especiales, ambos por decisi¨®n del Consejo de Seguridad: en febrero de 1993 se decidi¨® crear el Tribunal de Cr¨ªmenes de Guerra para ocuparse de las graves violaciones del derecho humanitario cometidas desde 1991 en la antigua Yugoslavia. A finales de julio de este a?o, el tribunal hab¨ªa procesado a 46 personas. Lamentablemente, los Estados no est¨¢n prestando el apoyo necesario, como tampoco al creado en noviembre de 1994 para enjuiciar a los responsables del genoidio de Ruanda. Aunque son bien venidos, no pueden llenar la necesidad de un tribunal permanente.

El respeto por el Estado de derecho, a nivel nacional o internacional, no puede mantenerse a menos que se someta a juicio a los que violan las normas m¨¢s b¨¢sicas de conducta civilizada. El tribunal ser¨¢ un mecanismo para hacer cumplir el derecho penal internacional. Quienes cometen graves violaciones de derechos humanos deben ser sometidos a juicio para impedir que se beneficien de sus delitos y para interrumpir el ciclo de impunidad y de continuos abusos.

Las v¨ªctimas, sus familias y la sociedad en general necesitan y merecen saber la verdad. S¨®lo cuando se delimita la responsabilidad personal de los delitos contra los derechos humanos se puede impedir que se culpe de los mismos a grupos enteros y que se aviven las animosidades sectarias. Sin justicia y sin verdad no puede lograrse una reconciliaci¨®n efectiva y duradera.

El tribunal debe cumplir una misi¨®n esencial para las generaciones venideras. Por eso debe tener una gran capacidad de acci¨®n y regirse por normas estrictas de imparcialidad.

El actual borrador tiene, en opini¨®n de AI, aspectos que hay que reforzar. El fiscal s¨®lo podr¨¢ formular cargos contra una persona a petici¨®n de un Estado o del Consejo de Seguridad, lo que impondr¨ªa muchas limitaciones y menoscabar¨ªa la independencia del tribunal. El fiscal ha de estar facultado para recibir informaci¨®n de cualquier fuente sobre. posibles delitos, incluyendo v¨ªctimas y sus familias. Debe poder investigar y tomar la decisi¨®n de formular cargos.

El borrador dice que, exceptuando, el genocidio, los Estados podr¨¢n seleccionar los delitos de que el tribunal podr¨¢ entender. Esta disposici¨®n es excesivamente limitadora. El tribunal ha de poder tratar de una gama m¨¢s amplia de delitos, que incluya los cr¨ªmenes de lesa humanidad como el uso sistem¨¢tico de desapariciones, ejecuciones extrajudiciales y torturas, y los graves delitos cometidos en el curso de conflictos armados tanto internos como internacionales.

Es necesario presionar a los Gobiernos para que se tomen en serio la constituci¨®n de un Tribunal Penal Internacional justo y capaz.

Se ruega escribir al ministro de Asuntos Exteriores para pedirle que, apoye la iniciativa y que el estatuto debe reforzarse de la manera recomendada por Al para asegurar que las actuaciones del tribunal sean justas, imparciales y efectivas.

Direcciones: Javier Solana Madariaga. Ministro de Asuntos Exteriores. Plaza de la Provincia, 1, 28071 Madrid. Para m¨¢s informaci¨®n puede adquirir el documento de Al En pos de la justicia: Ha llegado la hora de crear un Tribunal Penal Internacional (¨ªndice IOR 40/04/95/s). Direcci¨®n de Amnist¨ªa Internacional: Barquillo, 17, 6? B. 28004 Madrid. Tel¨¦fono 53125 09. Fax: 53171 14.