Aparcado en el parque

En el parque de la Virgen Blanca, en la Ciudad Universitaria, trabaja un guardacoches espont¨¢neo que cobra unos duros por cuidar veh¨ªculos. Pues bien, incluso ¨¦l reconoce: "Esto es monte, aqu¨ª no deber¨ªa aparcar nadie".En verdad, el guardacoches cuida tambi¨¦n otro aparcamiento, m¨¢s abajo, "que est¨¢ mejor y donde no hay ¨¢rboles". Pero el negocio se ha ampliado.

Los vecinos del distrito de Moncloa se muestran de acuerdo. Ya han denunciado que, de lunes a viernes, los autom¨®viles invaden ¨¦ste parque emblem¨¢tico del barrio de Moncloa y acaban coloc¨¢ndose entre los ¨¢rboles durante todo el d¨ªa.

El hecho no es nuevo: en marzo de 1992, los vecinos ya protestaron por la misma causa y lograron que los coches desparecieran. Pero los veh¨ªculos han vuelto a aparecer tras las vacaciones del pasado agosto. La mayor¨ªa proviene del Hospital Cl¨ªnico. El lugar exacto de la zona del parque invadida se halla entre la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense y la calle de Bartolom¨¦ Coss¨ªo.

Juan Jos¨¦ Mart¨ªnez, vecino del barrio, explica que el parque "es el de toda la vida de Moncloa". El suele pasear por all¨ª, y cuenta que cada d¨ªa se instalan "un centenar de coches". El viernes, controlados por el espont¨¢neo y parlanch¨ªn guardacoches, hab¨ªa una cincuentena. "Pero normalmente aparcan m¨¢s; los viernes, por lo general, viene menos gente", explica Mart¨ªnez.

Leopoldo Arnaiz, director del Consorcio Urban¨ªstico de la Ciudad Universitaria, entidad encargada de la reforma de la zona, reconoce que sobre la cuesti¨®n de los coches y el parque de la Virgen Blanca "hay un problema".

"Es cierto que los coches aparcan ah¨ª; la soluci¨®n consiste en poner una acera en la calle de Bartolom¨¦ de Coss¨ªo, que es la que limita con el parque, para que los veh¨ªculos no puedan acceder y ya est¨¢ pensado. Lo que pasa es que Obras P¨²blicas se comprometi¨® a colocarla antes de final de a?o y todav¨ªa no lo ha hecho", piensa Arnaiz.

"Volver¨¦ a pedir al ministerio que coloque la acera", a?ade el director del consorcio, quien califica de "inmisericorde" a la gente que deja su coche en el parque. Adem¨¢s de la acera, Arnaiz, para disuadir a¨²n m¨¢s a los amigos de aparcar entre ¨¢rboles su veh¨ªculo, piensa excavar una zanja.

En 1991, el Consorcio Urban¨ªstico de la Ciudad Universitaria empez¨® a ejecutar una carretera que, en principio, iba a unir la avenida Complutense con Bartolom¨¦ de Coss¨ªo. Las quejas de los vecinos lograron parar la operaci¨®n. De cualquier forma, las m¨¢quinas excavadoras se llevaron por delante unas decenas de ¨¢rboles. Los vecinos reclamaron entonces que se repoblara la zona, cosa que se ha hecho a medias.