La era del terrorismo verbal

( ... ) Ayer, The Washington Post public¨® el manifiesto del an¨®nimo Unabomber, compartiendo el gasto con The New York Times. Penthouse se hab¨ªa ofrecido a hacerlo mientras estaban todav¨ªa dudando. Pero se decidi¨® que esto no impedir¨ªa cumplir su amenaza de mandar otra bomba "con la intenci¨®n de matar", como ya ha hecho tres veces antes con ¨¦xito.Cuando los peri¨®dicos recibieron su ensayo sobre La sociedad industrial y su futuro,, el FBI lo hizo circular entre cient¨ªficos sociales de universidades. Pero, aunque la pol¨¦mica del autor contra la tecnolog¨ªa hace gala de una inusual hostilidad antiizquierdista, no revel¨® ninguna clave especial.

?Cu¨¢l es, entonces, la justificaci¨®n para publicar este manifiesto?, y ?no animar¨¢ a cr¨ªmenes imitados en el futuro?. Los gobiernos se niegan a acceder a los, chantajes en caso de secuestro y rapto, aunque pueden negociar en el margen, si puede hacerse silenciosamente. Este caso es inusual, porque el Gobierno de EE UU -a trav¨¦s del fiscal general y el FBI- pidi¨® de hecho su publicaci¨®n, y los dos peri¨®dicos aceptaron su argumento de que deb¨ªa hacerse por razones de "seguridad p¨²blica"

Este caso particular ha provocado un enorme inter¨¦s ( ... ). Pero el Post ha hecho algo muy diferente public¨¢ndolo entero. Es un precedente peligroso, y habr¨ªa que resistirse a una repetici¨®n, si es que vuelve a ocurrir.

20 de septiembre