Baffi se despierta al final

El jueves al atardecer Adriano Baffi se asom¨® a la ventana de su hotel en Sabi?¨¢nigo y, educadamente, casi con timidez, le pidi¨® a Alejandro, el mec¨¢nico del Mapei que trabajaba debajo, que, "si no era mucha molestia", le pusiera el 11. Alejandro se sonri¨® por dentro. Baffi iba a usar el padellone, el desarrollo m¨¢s grande. Eso significaba que iba a meterse en el sprint. Algo era algo. Adriano Baffi, un veterano italiano especialista en victorias en la Vuelta, no se hab¨ªa dejado ver apenas este a?o. En su equipo se hablaba de su buena forma, pero tambi¨¦n de su nerviosismo y de que siempre estaba lejos de las ruedas buenas. En la pen¨²ltima llegada masiva rompi¨® el maleficio, aunque para ello tuviera que suceder algo que no ten¨ªa previsto, una ca¨ªda en el lado contrario que acab¨® con las ilusiones de Wust y Saitov.El alem¨¢n intent¨® sobrepasar al norteamericano Hincapi¨¦ por el interior, pegado a las vallas, por donde no hab¨ªa hueco. Los dos fueron al suelo y con ello desestabilizaron al ruso, que cruz¨® la meta pedaleando a la pata coja. El casco del gigante Hincapi¨¦ qued¨® destrozado, como una c¨¢scara de nuez machacada. La ¨²ltima vez que Adriano Baffi hab¨ªa levantado en la Vuelta los brazos en victoria fue en Salamanca, el a?o pasado. Entonces tambi¨¦n hubo ca¨ªda, la famosa de Cipollini, que le cost¨® la descalificaci¨®n.

El percance de ayer era de lo poco que faltaba en el men¨² de la Vuelta de lo ins¨®lito. Hasta la llegada a Calatayud, el pelot¨®n se hab¨ªa regido, sobre todo en los primeros kil¨®metros, por la antigua ley de que se vea bien a todos. Es una pr¨¢ctica casi desterrada que consiste en iniciar escapadas desde el principio. Los directores obligan a los corredores a estar atentos, y si alguno no se mete en el corte penalizan a todo el equipo oblig¨¢ndole a trabajar para anular la fuga. Curiosa la forma de hacer perder a la gente las energ¨ªas que les quedan.

Los 41,6 kil¨®metros de la contrarreloj de hoy en Alcal¨¢ de Henares, pretendidamente una jornada decisiva, se presentan, sin embargo, como un mero duelo de orgullos. Los cuatro primeros puestos de la general quedaron establecidos precisamente en la anterior cronometrada, la de Salamanca, y permanecen inmutables desde entonces. No cambiar¨¢n en Salamanca porque, adem¨¢s, las diferencias entre Jalabert, Olano, Bruyneel y Mauri se han agrandado en la monta?a. Habr¨¢ corredores con m¨ªnimas esperanzas de mejora entre los 10 primeros -David Garc¨ªa tiene la quinta plaza a un minuto y 20 segundos, el tiempo que le saca Virenque, aunque tambi¨¦n el escalador Pistore est¨¢ por delante; Clavero y Serrano, por su parte, intentar¨¢n mantenerse en esos puestos ante el asalto de Bartoli-, pero poco m¨¢s. Una vez m¨¢s los hombres del d¨ªa ser¨¢n Jalabert y Olano.

Jalabert vende la imagen de corredor completo. Lo ha demostrado en las llegadas masivas y en la media y alta monta?a. En las contrarreloj ha mostrado mejoras, pero tiene una espina clavada: en su vida ha ganado una cronometrada individual. Este a?o ha quedado segundo en las contrarreloj de cuatro carreras: Par¨ªs-Niza, Volta, Valencia y Vuelta a Espa?a.