'El juego', doblemente dif¨ªcil
Varios lectores se han dirigido al Defensor del Lector con motivo de El juego m¨¢s dif¨ªcil del verano, organizado por el suplemento dominical de este peri¨®dico. Unos para criticarlo y otros para felicitar a los organizadores, aunque. estos ¨²ltimos tambi¨¦n piden que "se revise la Superfinal".Entre las cartas recibidas hay quien se muestra irritado e ind¨ªgnado por los presuntos fallos del juego: "Ustedes no dan la talla" (Enric Capo i Giol); "ha sido una tomadura de pelo" (Mar¨ªa Emilia Mondelo y Mar¨ªa Castro); "una final totalmente improvisada" (Luis Ciar¨¢n); "sean un poco serios y admitan que, por la raz¨®n que sea,se les escap¨® el juego de las manos" (Consultores Valencianos Asociados).
En general, las quejas son de dos tipos: fallos en el sistema, mala organizaci¨®n de la final, sospecha de que el diario haya ganado dinero con las llamadas telef¨®nicas, preguntas demasiado dif¨ªciles o a veces err¨®neas (el nombre de la Prunus persica, seg¨²n un lector, no es "melocot¨®n", sino "melocotonero"); bloqueo del sistema en algunos momentos, ventajas para los concursantes de Madrid al haberse realizado la final en la capital. Y, por otro lado, informaci¨®n no veraz en el diario ("Una serie de mentiras") en la cr¨®nica firmada por Isabel Gallo.
Otros lectores, al rev¨¦s, han escrito para felicitar a los organizadores: "Somos el equipo eliminado en la Superfinal por fallar los tiros a canasta. Nos lo hab¨¦is hecho pasar fenomenal. Gracias. Os felicitamos por el enfoque l¨²dico-intelectual del juego y os animamos a que continu¨¦is en la misma l¨ªnea" escribe Mar¨ªa de los ?ngeles`Pailos Gonz¨¢lez, jefa del equipo 96, de Gij¨®n.
Pero lo curioso es que incluso los, lectores m¨¢s enfadados acaban pidiendo excusas por su comportamiento demasiado nervioso: "Querr¨ªa disculparme con aquellas personas a quienes pudimos ofender en alg¨²n momento. Y de igual modo queremos felicitar a las azafatas, ya que ellas no son las culpables de los fallos de organizaci¨®n mencionados", escribe el grupo de Consultores Valencianos. Y Luis Ciar¨¢n: "Quisiera hacer llegar mis disculpas y al mismo tiempo felicitaciones a la :se?orita Carmen P¨¦rez y sus auxiliares por su magn¨ªfico comportamiento para con nosotros, los lud¨®patas de El juego ".
Al mismo tiempo, se advierte en todos los que han escrito quej¨¢ndose de algunos fallos el miedo a que pueda acabarse El juego: "El a?o pr¨®ximo all¨ª estar¨¦", escribe Enric Capo.
Ha habido quienes se han sentido ofendidos por el juego "de ni?os" de la final, con los tiros a la canasta, mientras que otros advierten con humor: "Ya nos hemos inscrito en un curso de iniciaci¨®n al baloncesto".
Interpelado Jos¨¦ Luis Sainz, adjunto a la Gerencia de EL PA?S y que particip¨® activamente en la organizaci¨®n del juego, ha explicado a este departamento: "Aunque parezca una ingenuidad, lo primero que hay que recordar es que El Juego m¨¢s dificil del verano es s¨®lo eso: un juego, que se cre¨® y se ha mantenido con la ¨²nica pretensi¨®n de divertir y entretener a los lectores de El Pa¨ªs Semanal durante el verano".
Jos¨¦ Luis Sainz quiere recordar que El juego no s¨®lo no es rentable para el peri¨®dico, sino que "el coste para la empresa es muy elevado y jam¨¢s se ha buscado rentabilidad a trav¨¦s de los participantes". A?ade que algunos de los problemas que est¨¢ planteando El juego -sin negar que haya podido haber algunos fallos de organizaci¨®n, por otra parte inevitables en estos actos de masas- radican en que poco a poco el n¨²mero de participantes a un juego que se hab¨ªa pensado para que participaran el mayor n¨²mero posible de lectores, se va haciendo relativamente bajo si se compara con el n¨²mero total de lectores de la publicaci¨®n.
Parece que se han adue?ado de El juego los "lud¨®patas" -como se firma un equipo en una de las cartas-, que lo vi ven con la consabida pasionalidad de las personas que ponen cuerpo y alma en vencer los obst¨¢culos para llegar a la final de estos juegos y que no miran en gastos de tel¨¦fono y de tiempo (se anunciaba cu¨¢n to costaba la llamada). Por ello, el adjunto a la Gerencia ha indicado al Defensor del Lector que "si el n¨²mero de jugadores no aumenta, si el fin l¨²dico queda empa?ado y si al final la propia din¨¢mica del juego provoca insatisfacci¨®n, habr¨¢ que replantearse el formato y alcance del juego en pr¨®ximas ediciones".
La redactora de este diario Isabel Gallo, en su informaci¨®n sobre el acto final de El juego, escribi¨® en la ¨²ltima p¨¢gina del diario, el 4 de septiembre: "La pasi¨®n se desbord¨® al final de El juego ", y a?ad¨ªa: "Un grupo de concursantes no encaja deportivamente la derrota e intent¨® boicotear el acto". Luis Ciar¨¢n escribe: "Como asistente, afirmo: no fue un grupo, fue la gran mayor¨ªa de los asistentes los que abandonaron la sala". Y en este sentido se han expresado otros lectores. La redactora, sin embargo, ha dicho al Defensor del Lector: "Si de algo pequ¨¦ fue de excesiva benevolencia al no hacer demasiado hincapi¨¦ en el comportamiento de un peque?o grupo de alborotadores que quiso deslucir la final del concurso y arrastr¨® a su juego a una parte importante de la concurrencia". Y a?ade: "Algunos grupos, tras la prueba eliminatoria, demostraron su descontento con gritos y patadas. Haciendo gala de una total falta de educaci¨®n, abuchearon a los finalistas que, en medio del desbarajuste, trataban de salir airosos de la prueba. La pandilla que protagoniz¨® los disturbios consigui¨® de esa forma arrastrar a otros participantes que cenaban tranquilamente, y asist¨ªan a la final¨ªsima con la atenci¨®n y el respeto que se merec¨ªan los concursantes
Sin duda, alguien debi¨® excitarse con exceso en la pasi¨®n de El juego si el representante del equipo de Consultores Valencianos, que ha enviado una de las cartas m¨¢s cr¨ªticas, reconoce al mismo tiempo que los fallos "no justifican el intento de boicoteo del acto", ni "ciertas manifestaciones y actuaciones de algunas personas que pudieron perder los nervios en el ¨²ltimo momento".
Est¨¢ claro, de cualquier modo, que si un juego de masas no hace divertirse a la gente, pierde sin duda su finalidad primordial.
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