Enriqueta Antol¨ªn remueve en su novela los miedos juveniles de la posguerra

Regiones devastadas (Alfaguara) es la segunda novela de una trilog¨ªa. Su autora, la periodista y escritora Enriqueta Antol¨ªn (Plasencia, 1941), indaga en esta ocasi¨®n en la siguiente etapa de la vida de la ni?a de La gata con alas. Una adolescente, marcada por los miedos y silencios de la posguerra y por las primeras manifestaciones del amor, descubre un secreto del que todos prefieren no hablar.

Seg¨²n Proust nunca dejamos de pertenecer a nuestra infancia, y eso es algo que escritores y artistas han sabido siempre valorar como fuente profunda de inspiraci¨®n. Enriqueta Antol¨ªn, colaboradora habitual de EL PA?S, contin¨²a removiendo viejas memorias, en esta ocasi¨®n las de su temprana adolescencia, para dotar a su relato del necesario calor."Quiz¨¢ escrib¨ª esta novela para saber qui¨¦n soy yo", reflexionaba ayer la escritora, pero no era ¨¦sa su intenci¨®n al iniciar la novela. No creo que se viva mejor la infancia, desde los recuerdos de la madurez. Pero, sin duda, la infancia es la parte m¨¢s importante en el camino de la vida".

La ni?a protagonista de Regiones devastadas ve, o percibe, cosas que los dem¨¢s se niegan a explicarle. Su descubrimiento del mundo, en la posguerra de la cerrada sociedad de Toledo, est¨¢ lleno de inquietantes misterios, de cosas que se saben y no se dicen. "Los que vivimos esa ¨¦poca crecimos sin saber qui¨¦nes ¨¦ramos", dice Antol¨ªn. "Todo era ocultaci¨®n, silencio y temores a nuestro alrededor. Se oculta lo que da miedo, y muchos de los de mi generaci¨®n no se han librado todav¨ªa de ese miedo".

Sin ser autobiogr¨¢fica, Regiones devastadas tiene mucho de historia personal. "Es m¨¢s una introspecci¨®n, el averiguar qu¨¦ es lo que le pasaba a una ni?a de esa edad en aquella ¨¦poca. He tratado de verdad de meterme en el personaje".

Realidad y ficci¨®n llegan a fundirse totalmente en la historia. "La realidad es, con frecuencia, mucho m¨¢s inveros¨ªmil que la ficci¨®n", dice Antol¨ªn. "Esta novela, como la anterior, tiene muchos datos de cosas que han sucedido. Despu¨¦s de La gata con alas le pregunt¨¦ a algunas personas cu¨¢les cre¨ªan que eran los hechos reales y cu¨¢les los inventados, y no muchos acertaban, comenta.

"En Regiones devastadas he cogido sucesos reales de la ¨¦poca, para los que me he documentado. Tambi¨¦n he usado mis recuerdos, tal como me ven¨ªan mente, sin intentar verificarlos. Y, por ¨²ltimo, hay cosas que son ficci¨®n pura. El resultado es todo ficci¨®n. La novela, como obra, borra los l¨ªmites de la realidad y la fantas¨ªa".