Nobleza obliga
El director de El Mundo ha admitido noblemente (en David contra Goliat, p¨¢ginas 317 y 333) que jugaba con ventaja al considerar que Gonz¨¢lez era la X de los GAL porque el propio interesado le hab¨ªa transmitido un mensaje de significaci¨®n transparente. Goliat habr¨ªa dicho a David el 6 de diciembre de 1987 que "lo ¨²nico que hay que negociar con ETA es que si ellos dejan de matarnos a nosotros, nosotros dejaremos de matarlos a ellos". Si la confidencia significa un reconocimiento impl¨ªcito de responsabilidad pol¨ªtica, tal vez los motivos que determinaron el nacimiento de los GAL sean m¨¢s complejos que el simple intento de neutralizar la libre actuaci¨®n de ETA en Francia", como sostienen Perote y Damborenea; tal vez se trataba sobre todo de crear las condiciones para una salida negociada.Hacia mediados de los a?os ochenta casi todos los medios de comunicaci¨®n, sin excluir a EL PA?S, consideraban que la ¨²nica salida posible al problema de ETA era una negociaci¨®n. Pero los t¨¦rminos en que la direcci¨®n terrorista planteaba esa posibilidad (alto el fuego temporal a cambio de la modificaci¨®n de la Constituci¨®n y el Estatuto, salida del Ej¨¦rcito del Pa¨ªs Vasco, etc.) resultaban inaceptables pata cualquier gobierno democr¨¢tico. El argumento impl¨ªcito en la teorizaci¨®n de la guerra sucia como factor de pacificaci¨®n es que permitir¨ªa ofrecer a los terroristas, como ¨²nica contrapartida a su renuncia a matar, el compromiso de dejar de matarlos a ello. Los terroristas no podr¨ªan condicionar el cese de su violencia a la aceptaci¨®n de sus exigencias pol¨ªticas, y la negociaci¨®n podr¨ªa ya abordarse en t¨¦rminos similares de la de los poli-milis en 1982: autodisoluci¨®n a cambio de indultos.Todo el mundo sabe hoy que tal planteamiento no s¨®lo era inmoral, sino err¨®neo, y que, al margen de lo que decidan los jueces, ah¨ª hay una evidente responsabilidad pol¨ªtica. Pero tambi¨¦n sabemos que esa responsabilidad debe ser compartida en alguna medida por todos los que por aquellos a?os sosten¨ªan que hab¨ªa que negociar con ETA casi a cualquier precio. Incluyendo muy particularmente a los medios de comunic¨¢ci¨®n que alentaban a los dirigentes de ETA y HB a rechazar las propuestas de "negociaci¨®n a la baja" -sin contenidos pol¨ªticos- que atribu¨ªan al Gobierno. Las entrevistas con el interlocutor de ETA, Eugenio Etxebeste, as¨ª como los testimonios de antiguos miembros de esa organizaci¨®n, como Kepa Aulestia, ilustran sobre el decisivo papel que en el mantenimiento de la cohesi¨®n del grupo armado tiene que personas que condenan los atentados y distan de considerarse a si mismas nacionalistas defiendan la legitimidad e inevitabilidad de la negociaci¨®n pol¨ªtica. Esa presi¨®n en favor de la negociaci¨®n podr¨ªa tal vez ser invocada por el Gobierno como atenuante pol¨ªtico -no penal- a la hora de asumir su propia responsabilidad pol¨ªtica.
Tambi¨¦n sostiene Ram¨ªrez que las declaraciones de Amedo y los dem¨¢s conforman "una versi¨®n coherente en la que cada pieza encaja con las dem¨¢s". Es un argumento de peso: al Gobierno le acusa sobre todo su incapacidad para presentar una hip¨®tesis alternativa m¨ªnimamente coherente. Pero ?no deber¨ªa reconocer noblemente David que el mismo argumento vale para las sospechas de una conexi¨®n oculta entre Mario Conde, Perote y El Mundo? Tal conexi¨®n es, a falta de una hip¨®tesis alternativa, la ¨²nica explicaci¨®n que rinde cuenta de la relaci¨®n entre la existencia de materiales robados al Cesid, su utilizaci¨®n como elemento de chantaje contra el Gobierno por parte de los abogados de Conde, la publicaci¨®n de tales materiales en ese peri¨®dico y la sistem¨¢tica defensa en sus p¨¢ginas de la teor¨ªa de que la intervenci¨®n de Banesto fue pol¨ªtica. Sostiene su director, sin embargo, que lo importante son los hechos contenidos en esos materiales y no las circunstancias de su publicaci¨®n o los m¨®viles que puedan haber determinado su filtraci¨®n. Es un punto de vista discutible y en todo caso contradictorio con el sostenido por ese mismo peri¨®dico a prop¨®sito de la captura de Rold¨¢n y las circunstancias de la misma.
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