La juez desestima la nulidad del juicio a Juan Guerra por presuntos delitos fiscales

Juan Guerra intent¨® hasta el ¨²ltimo momento evitar el juicio por los cuatro presuntos delitos contra la Hacienda P¨²blica de los que le acusa el fiscal jefe, de Sevilla, Alfredo Flores. Su letrado, Emilio P¨¦rez, pidi¨® a la titular del Juzgado de lo Penal n¨²mero 4, Esperanza Jim¨¦nez, la nulidad de la vista oral alegando que en la instrucci¨®n de la causa se vulneraron derechos fundamentales del procesado. La magistrada desestim¨® la solicitud de Guerra, quien luego se neg¨® a declarar porque, dijo, no recuerda los hechos con exactitud.

Es la sexta vez que Juan Guerra, que lleva tres condenas y dos absoluciones, se sienta en el banquillo. Ahora se le acusa de cuatro delitos fiscales: dos, en sus declaraciones de 1988 y 1989, y otros dos, por defraudaci¨®n del impuesto de sociedades de la empresa Corral de la Parra, en la que era socio de Juan Jos¨¦ Arenas, tambi¨¦n acusado de cuatro delitos y que ayer s¨ª declar¨®. Arenas afirm¨® que Guerra, propietario del 50% de las acciones, nunca intervino en las operaciones inmobiliarias.El abogado del hermano del que fuera vicepresidente del Gobierno [Alfonso] pidi¨® la nulidad del juicio argumentando que durante la instrucci¨®n del caso, efectuada por el juez ?ngel M¨¢rquez, se vulneraron derechos fundamentales de su cliente. Seg¨²n el letrado, los principios que se han quebrantado son la tutela judicial efectiva -"derecho a un proceso p¨²blico sin dilaciones"- y el derecho a no declarar. "Hoy se juzga a un condenado", afirm¨® Emilio P¨¦rez, que coment¨®: "La etapa de instrucci¨®n fue desorbitada y arbitraria. Super¨® todos los t¨¦rminos de. razonabilidad".

P¨¦rez record¨® que M¨¢rquez, en un momento de la instrucci¨®n, formul¨® 108 preguntas a Guerra pese a que ¨¦ste, "cansado de un proceso inquisitorial", ya hab¨ªa manifestado que no iba a responder. Asimismo, destac¨® que esta decisi¨®n tuvo "consecuencias lesivas" para su defendido, ya que al d¨ªa siguiente "salieron en los medios de comunicaci¨®n las 108 preguntas" no respondidas. Esta decisi¨®n, seg¨²n el letrado, se tradujo en una sanci¨®n social a Guerra, a quien se aplic¨® aquello de que "el que calla otorga".

El fiscal jefe de Sevilla, Alfredo Flores, record¨® que este caso "es el ejemplo de lo que no puede ser un proceso penal", pero a?adi¨® que de ninguna manera se han vulnerado derechos fundamentales de Guerra. "El proceso excede de lo razonable, pero no hay violaci¨®n de derechos", dijo Flores, quien asegur¨® que en julio de 1992 ya se ten¨ªan todos los "datos objetivos" para procesar a Guerra por los delitos de los que se le acusa.

Advirti¨® tambi¨¦n Flores que la defensa de Guerra ha contribuido durante este tiempo a retrasar el proceso. En cuanto a las 108 preguntas de M¨¢rquez, matiz¨® que "no ten¨ªan sentido", pero que tampoco supusieron un quebranto de sus derechos. "La instrucci¨®n fue oscilante, zigzagueante, pero no inquisitorial", concluy¨®. La juez Esperanza Jim¨¦nez, desestim¨® las alegaciones planteadas por el letrado de Guerra y record¨® que ¨¦ste ha cambiado varias veces de abogado en los ¨²ltimos meses, lo que tambi¨¦n ha propiciado la demora de la causa. Adem¨¢s, indic¨® que se habr¨ªa violado el derecho a no declarar de Guerra si hubiese sido obligado, lo que no fue, a responder las 108 preguntas.

Antes de entrar en la sala, Guerra sorprendi¨® con el anuncio de qu¨¦ est¨¢ escribiendo dos libros sobre su vida para "buscar la tranquilidad personal" y restituir su imagen. En el primero narra sus vivencias desde su juventud hasta el estallido de su caso y, seg¨²n explic¨®, servir¨¢ para "desenmascarar a algunas personas que pasan por paladines de la Justicia, y no lo son". Por lo dem¨¢s, dijo sentirse tranquilo pese a enfrentarse a una pena de 12 a?os de c¨¢rcel: "Los argumentos contra m¨ª no tienen bastante peso".