Comienza en el Reino Unido el juicio de la 'casa de los horrores'
Rosemary West, acusada de matar a nueve mujeres y una hija
La ciudad de Winchester acoge desde ayer uno de los juicios m¨¢s sonados de la historia del pa¨ªs. La acusada es Rosemary West, de 41 a?os y presunta asesina de 10 muchachas, entre ellas una hija suya, Heather, y una hijastra, Charmaine. Su esposo, Frederick, se suicid¨® en enero pasado en la c¨¢rcel por los mismos hechos.
El escenario de los cr¨ªmenes fue el domicilio que ambos compart¨ªan en el n¨²mero 25 de la calle de Cromwell, en Gloucester, en el centro de Inglaterra. Desde entonces, el inmueble se conoce popularmente como la casa de los horrores.La sesi¨®n de ayer fue corta y precisa. El juez advirti¨® al jurado, compuesto por cuatro mujeres y ocho hombros, que el proceso durar¨ªa entre cinco y ocho semanas. Luego les anim¨® a evitar cualquier influencia externa, dada la publicidad que rodea a la familia West. Una elegante y seria Rosemary: oy¨® sus escuetas palabras sentada por. vez primera en el banquillo de los acusados. El fiscal, Brian Leveson, tiene previsto intervenir a partir del viernes. El defensor, Rich¨¢rd Ferguson, perteneci¨® al Partido Unionista del Ulster y ha presidido la Asociaci¨®n de Abogados Criminalistas.
Fuera de la sala, elegida por razones de seguridad, la ciudad de Winchester trata de adaptarse a las fren¨¦ticas semanas que se avecinan. Centenares de periodistas han tomado las calles, hoteles y restaurantes de cite enclave tur¨ªstico. Los vecinos, que reconocen los beneficios econ¨®micos del juicio, prefieren pasear ajenos al alboroto.
El hogar de los West en Gloucester sufri¨® numerosas transformaciones a lo largo del tiempo. Tras la detenci¨®n, la polic¨ªa descubri¨® que ocultaba un cargamento siniestro. Nueve de las mujeres muertas estaban enterradas en el jard¨ªn, el s¨®tano y el suelo de Varias habitaciones. El resto estaba en un paraje cercano. Rosemary est¨¢ acusada de complicidad en 10 de los asesinatos, cargos que ella ha negado siempre.
Durante el juicio, residir¨¢ en la prisi¨®n de Winchester. All¨ª ocupa un ala especial donde dispone de su propia lavadora y de un sal¨®n para visitas. Ello se debe a la estrecha vigilancia: a que est¨¢ sometida. Su marido, que tambi¨¦n era uno de los presos m¨¢s controlados del pa¨ªs, logr¨¦ ahorcarse en su celda de Birmingham el pasado de enero. Frederick West deb¨ªa comparecer ante los jueces un mes despu¨¦s.
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