Barreras contra la fauna

La fauna espa?ola no lo tiene f¨¢cil a la hora de cruzar una autopista o una carretera. Los pasos para animales instalados en Espa?a son inadecuados por estar concebidos seg¨²n un modelo centroeuropeo. Un estudio presentado en el simposio sobre carreteras y medio ambiente, celebrado en Pamplona, plante¨® una serie de recomendaciones para, mejorar estos pasos.

Descartados por su alto coste los pasos superiores, (deben tener un m¨ªnimo de 25 metros de anchura, estar completamente naturalizados e impedir la circulaci¨®n de personas y veh¨ªculos), los ingenieros abogan por los inferiores. Pero las f¨®rmulas utilizadas, explica la bi¨®loga Carme Rosell, directora del estudio, "parecen extra¨ªdas de alg¨²n formulario universal". Las monougraf¨ªas siempre est¨¢n basadas, en experiencias centroeuropeas, con faunas y paisajes diferentes a los espa?oles. Muchos de estos pasos incorporan pozos de luz, cuando los animales cruzan generalmente, de noche, y sus medidas se adaptan en demasiadas ocasiones al paso de c¨¦rvidos.

El estudio se bas¨® en cuatro tramos diferentes de la red viaria catalana, cada uno con sus propias caracter¨ªsticas paisaj¨ªsticas y fauna. En total, y a lo largo de tres a?os, se estudiaron estacionalmente 56. estructuras y se evaluaron 19, variables ambientales y estructurales. Las conclusiones contradicen algunos de los manuales habituales.

Por ejemplo, el estudio constata que la presencia de escalones, la dificultad de ver la boca opuesta del t¨²nel, la ausencia de vegetaci¨®n en las bocas o que ¨¦stas se encuentren a un nivel muy inferior o muy superior a la calzada, limitan el paso, de la mayor parte de los animales. "Si la estructura supera los 70 metros" dice la investigadora, "pr¨¢cticamente ninguna especie utiliza los drenajes con secci¨®n inferior a dos metros y medio",

Jabal¨ªes y anfibios

Como datos sorprendentes, la bi¨®loga destaca que apenas ning¨²n jabal¨ª ha utilizado alguna de las 56 estructuras estudiadas. "Tan s¨®lo detectamos su paso en dos cajones, de 7 y 11 metros de amplitud", subraya. Esta misma situaci¨®n es la que se da en ciervos y corzos, "que parecen precisar pasos muy amplios".En lo que concierne a anfibios, la presencia de pozos y escalones dificulta enormemente su paso. "Se trata de animales que se desplazan anualmente a Charcas de reproducci¨®n espec¨ªficas". Una forma de minimizar el efecto barrera consiste, seg¨²n Rosell, en favorecer la presencia de agua encharcada en el t¨²nel.

Para los conejos y liebres esesencial divisar la boca opuesta. Adem¨¢s, los pozos, escalones o ¨¢ngulos muertos que limitan la visibilidad restringen el uso de. los pasos. Lo mismo puede decirse, de carn¨ªvoros como la gardu?a, el tej¨®n, la comadreja, la jineta o el zorro.

El efecto barrera se da cuando hay una frontera -en este caso, carreteras y autopistas- que limita el paso y fragmenta el paisaje. Ello confina a los animales en islotes, lo que puede provocar enfermedades debidas a consanguinidad (los animales se ven obligados a aparearse entre parientes, con lo que el necesario intercambio gen¨¦tico decrece), y, en ¨²ltimo t¨¦rmino, la extinci¨®n local de algunas especies.

Seg¨²n Rosell, a medida que se construyen v¨ªas r¨¢pidas se hace necesario que ¨¦stas "est¨¦n segregadas" para impedir el acceso alas mismas por alg¨²n camino vecinal. Pero ello impide el paso a los animales.

La investigadora se?ala dos posibles soluciones: "Crear pasos espec¨ªficos para fauna o aprovechar obras de drenaje o pasos inferiores". Un jabal¨ª precisa al menos siete metros de amplitud para cruzar por un t¨²nel. Para un conejo o para cualquier. carn¨ªvoro de los que habitan esos, paisajes, lo importante es que la embocadura del paso est¨¦ provista de vegetaci¨®n. Para un anfibio, en cambio, lo importante es la presencia de agua en el interior del t¨²nel.