El l¨ªder se divierte

Los jugadores del Real Madrid C disfrutaron como lo que son: ni?os. 0 casi ni?os, porque alguno de los que se calza cada domingo la camiseta del segundo filial blanco todav¨ªa exhibe acn¨¦. Bien, pues los ni?os desesperan a los veteranos que pueblan esta Segunda B. Son l¨ªderes los chavales, y se permiten el lujo de disfrutar jugando, como lo hicieron ayer en la Ciudad Deportiva.Los chicos que dirige Jos¨¦ Antonio Grande la tocan, regatean (a veces se empachan), dan al bal¨®n de tac¨®n, hacen florituras varias y, encima, ganan. Miel sobre hojuelas: ellos se lo pasan en grande y los espectadores no dan cr¨¦dito. El ¨²nico perjudicado de esta euforia es el contrario. En esta ocasi¨®n fue el M¨®stoles.

Y si el pobre contrario que se tiene que medir a los blancos llega acompa?ado de una nutrida afici¨®n, como ocurri¨® ayer, los damnificados aumentan. No encajaron bien la derrota los aficionados mostole?os. De acuerdo que la expulsi¨®n del visitante Prieto a la media hora de juego pudo ser algo rigurosa, pero eso no da v¨ªa libre para montar el airado revuelo que exhibieron los seguidores mostole?os. Liderados por El Chopo, un aficionado cuarent¨®n con un repertorio de tacos clasificados equis (lleg¨® a llamar al ¨¢rbitro "asesino criminal"), la pe?a del M¨®stoles arm¨® el taco sin justificaci¨®n aparente.

Una cosa son los colores y otra la evidencia, se?ores. Y en la Ciudad Deportiva se vio a un equipo, el conjunto madridista, tremendamente superior a otro, el M¨®stoles. Y eso que los j¨®venes del filial blanco, en su empe?o por pas¨¢rselo bien, en m¨¢s de una oportunidad, se empacharon de bal¨®n, regatearon el exceso, buscaron la espectacularidad en vez de la practicidad y desperdiciaron numerosas ocasiones de gol.