El legado de Anton Webern

Gracias al Festival, de Oto?o y a su Preludio del III Milenio se escucha en Madrid la obra completa de Ant¨®n Webern a lo largo de cinco conciertos. Me parece algo importante, independientemente del mayor o menor n¨²mero de asistentes que se decidan a enterarse de lo que fue una de las m¨¢s originales, inteligentes, sensibles e influyentes creaciones del siglo XX.En torno a los a?os cincuenta, la presi¨®n de Webern sobre las vanguardias musicales result¨® m¨¢s decisiva que la de su mismo maestro, Arnold Sch¨®riberg. Hoy, a medio siglo de distancia de la muerte violenta de Webern, el p¨²blico deber¨ªa haber asimilado en m¨¢s amplia medida su legado musical, cosa dif¨ªcil teniendo en cuenta la escasa atenci¨®n que se le presta en las actividades musicales regulares. De cualquier modo, es m¨¢s que probable que el arte, refinado y conciso del gran austriaco pertenezca a la categor¨ªa de lo, "radicalmente impopular", por emplear el t¨¦rmino orteguiano.

Caudal de belleza

Sin embargo, Webern sintetiz¨® en sus brev¨ªsimas y menos breves p¨¢ginas un caudal de belleza. Extraordinariamente hermosos sus tempran¨®s coros sobre Stefan Georges (1908) y siempre sorpresivas sus Cinco piezas para orquesta opus 10 (1913), m¨¢xima condensaci¨®n del pensamiento y la escritura musicales, mientras los dos lieder sobre Goethe, para coro y cinco instrumentos, miran en alguna medida el mundo rom¨¢ntico para extraer sus propias consecuencias: las del pensamiento y la sensibilidad d¨¦ Webern que va m¨¢s all¨¢ de un sistema -el serialismo- que ¨¦l mismo completa y totaliza en un acto de acc¨¦sit capaz de exprimir una larga sabidur¨ªa en lo verbal, lo contrapunt¨ªstico y lo t¨ªmbrico entendido como valor sustancial.

Adem¨¢s de los lieder sobre Kraus, poetas chinos y TrakI, y de los espl¨¦ndidos movimientos para cuarteto en la versi¨®n para orquesta de arcos, tuvimos en esta primera entrega weberniana tres composiciones para voz y orquesta basadas en poemas de Hildegard Jone: las dos cantatas de 1939 y 1943, respectivamente, y Das Augenlicht (El brillo de la mirada), tres tesoros de ¨ªntima expresividad, misterio po¨¦tico desvelado por la m¨²sica y hond¨ªsima sugestividad.

La orquesta y coro de la Comunidad de Madrid hicieron el m¨¢ximo alarde de su historia bajo la direcci¨®n del franc¨¦s Daniel Cohen, buen conocedor del univers¨® weberniano, . y con la colaboraci¨®n excelente de la soprano Mar¨ªa Jos¨¦ S¨¢nchez y el bar¨ªtono Luis ?lvarez. El ¨¦xito fue, notable y la contribuci¨®n del festival a la conmemoraci¨®n de Webern y a la normalizaci¨®n de nuestro superconservador ambiente, digna de todo aplauso.