"Cre¨ªa que los j¨®venes no ver¨ªan 'La transici¨®n', pero me equivoqu¨¦"
La transici¨®n termina hoy. La emisi¨®n del primero de sus trece cap¨ªtulos, el pasado 23 de julio, atrap¨® la atenci¨®n de dos millones de telespectadores, con una cuota de pantalla del 22%, algo extraordinario para La 2. de TVE, que rara vez supera el 10% de share, y a lo largo de su emisi¨®n, esta serie documental siempre super¨® el mill¨®n de espectadores. Su presentadora y guionista, Victoria Prego, est¨¢ "agradec¨ªsima a la audiencia, por el esfuerzo tan grande que ha hecho". La periodista, que ha escrito un libro resumen de su etapa investigadora, As¨ª se hizo la transici¨®n, prepara un programa especial sobre el Rey -a trav¨¦s de testimonios de figuras pol¨ªticas para Antena 3.P. Cuando La transici¨®n estaba a punto de estrenarse, usted lament¨® de que "iba al matadero como Mar¨ªa Antonieta fue a la guillotina".
R. A la guillotina fue, pero sali¨® adelante, y estoy content¨ªsima y muy agradecida al p¨²blico. No esperaba que sobreviviera, porque agosto es un mes criminal para un documental hist¨®rico y pens¨¦ que no iba a haber ning¨²n espa?ol dispuesto a renunciar a cenar fuera de casa o a estar tomando el fresco en la calle para sentarse atentamente a ver la tele. Ese esfuerzo yo lo valoro much¨ªsimo.
P. ?Sigue pensando que estaba mal programada?
R. S¨ª, y no por la cadena, pues La 2 es excelente, sino por la ¨¦poca. No es una serie de verano.
P. ?Cuando El¨ªas Andr¨¦s (el realizador) y usted preparaban la serie pensaban en alg¨²n p¨²blico concreto o en quienes no hab¨ªan vivido esos acontecimientos?
R. Lo primero, nos planteamos no invadir la conciencia del espectador y no dar la historia digerida y coloreada. Quer¨ªamos estar en una posici¨®n de respeto intelectual al espectador, partiendo de que no es un ser manipulable sino un individuo capacitado para llegar a sus propias conclusiones. Luego pensamos que la serie ten¨ªa que ser muy asequible y tratamos de que el montaje tuviera un estilo un poco cinematogr¨¢fico. En cuanto a los j¨®venes, cre¨ªamos que no iban a verla, pero nos equivocamos. No obstante, pensamos que la v¨ªa audiovisual era la ¨²nica forma de que los j¨®venes se interesaran por la historia reciente, ya que los mensajes les entran mejor por la televisi¨®n que por los libros.
P. La serie comenz¨® a prepararse hace seis a?os y luego estuvo dos a?os en la nevera de TVE. ?Cree que ha existido el riesgo de que se fosilizara?
R. Al contrario. El paso del tiempo no ha ido contra ella, sino a favor. De la ¨¦poca de La transici¨®n queda cada vez menos gente. Es una suerte que hayamos podido reconstruirla con los testimonios que tuvimos.
P. Se ha dicho que tardaron mucho en realizar la serie.
R. Eso es ignorancia de lo que es un documentalista. Con la BBC, que tarda cinco a?os en hacer diez cap¨ªtulos, y a un coste de 2.000 millones de pesetas, demostramos admiraci¨®n: "?qu¨¦ rigor, c¨®mo se documentan!". Si lo hacemos nosotros, nos dicen que qu¨¦ pesados, que qu¨¦ barbaridad. Las cosas bien hechas requieren tiempo. Nuestra serie es buena porque la pudimos hacer en seis a?os, si hubi¨¦ramos tardado seis meses habr¨ªamos hecho una patata. Esto lo sabe cualquier pa¨ªs que tenga tradici¨®n de producir documentales hist¨®ricos. En Espa?a no la hay, pero deber¨ªa empezarse, porque esta es la nueva manera de contar la historia, visualmente.
P. Y comparando el precio, su serie fue barata.
R. Pues s¨ª, unos 80 millones.
P. Los telespectadores de La 2 han sabido apreciar su trabajo y las ventas del v¨ªdeo de. La transici¨®n se han disparado, pero ?usted lleg¨® a dudar de su eficacia en alg¨²n momento?
R. S¨ª, s¨ª. Cuando pasaba el tiempo y la serie no se emit¨ªa, llegu¨¦ a pensar que hab¨ªa hecho un mal trabajo.
P. ?Le ha quedado ganas para continuar la serie?
R. Elaborar La transici¨®n me ha divertido, pero otra serie como ¨¦sta me supondr¨ªa enterrarme profesionalmente seis a?os. Es como retirarte a un convento.
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