Una hoja de servicios casi intachable

Los n¨²meros respaldan a Javier Clemente. Pero en las vitrinas contin¨²an colgando las telara?as. Espa?a nunca ha sido un conjunto conquistador. Apenas ha ganado -s¨®lo una Eurocopa en 1964- y, a pesar del estruendo de las estad¨ªsticas, sigue sin levantar trofeos. Su trayectoria es una rima de hechos: mucho ruido en las fases de clasificaci¨®n y pocas nueces. en las grandes citas. Invertir esa trayectoria es un reto para cualquier seleccionador. Sobre todo para Clemente, amante como nadie de los resultados por encima de, todo: "Me pagan por ganar; la belleza est¨¢ en el resultado".La selecci¨®n presenta hoy una hoja de servicios casi intachable: tres derrotas en 37 partidos con Clemente en el banquiller. Y como es tradicional en el curr¨ªculo espa?ol, una de esas derrotas se produjo en el momento culminante (Italia, Mundial de 1994). Hoy, tras la desintegraci¨®n europea los n¨²meros cuadran mejor. De los 37 ex¨¢menes de Clemente, 15 han sido contra equipos sin pedigr¨ª alguno: Letonia (2 veces), Lituania (2), Albania (1), Finlandia (2), Canad¨¢ (1), Corea del Sur (1), Chipre (2), Armenia (2), Bolivia (1) y Macedonia (1). Ninguno de sus predecesores tuvo tantas mar¨ªas.

En los duelos de alto rango, el grupo de Clemente se deshizo de Inglaterra -el d¨ªa de su deb¨²- y Argentina, en el ¨²ltimo amistoso. Entre medias, dos veces se midi¨® a Alemania y siempre acab¨® en empate. Al margen del duelo mundialista con el equipo de Arrigo Sacchi, Espa?a sucumbi¨® con Croacia -una de las mejores escuadras del continente- Dinamarca, soprendente campe¨®n de Europa y actualmente en plena reforma tras jubilar una maravillosa generaci¨®n, ha sido la principal v¨ªctima de la era Clemente.

Sin embargo, en el actual mapa futbol¨ªstico, desde la llegada del vasco, Espa?a ha expiado algunos de sus pecados. Hoy es un colectivo m¨¢s respetado que nunca por sus rivales. Tiene autoridad, m¨¢s galones. Los grandes de Europa reconocen que Espa?a es una espina. Y por fin el equipo tiene un perril definido. Para bien y para mal. La hinchada conoce al dedillo el manual de Clemente. Ninguna casa de apuestas incluir¨ªa una quiniela para descifrar cada una de sus convocatorias. L¨ªnea por l¨ªnea, Espa?a presenta un modelo cl¨®nico. La grada, una vez solapa do con el paso del tiempo el deba te sobre Michel ya s¨®lo hace c¨¢balas sobre cuatro nombres: Guardiola, Julen, Caminero y Fran. Piezas angulares del talento espa?ol. Y, al menos los tres ¨²ltimos, ya tienen una presencia m¨¢s regular. Con ellos Espa?a est¨¢ a punto de conseguir una conjuga ci¨®n explosiva: fuerza y talento.

Por todo ello Clemente, al margen de los n¨²meros, ce?ido a su esp¨ªritu y sus ¨²ltimos retoques, ha conseguido algo que jam¨¢s rozaron sus antecesores: situar a Espa?a en el grupo de favoritos, en la antesala de una victoria majestuosa. Ya no es una quimera. Hoy Espa?a tiene m¨¢s cr¨¦dito que nunca. Inglaterra-96 es la sala de espera.