El presidente Bill Clinton urge a todos los estadounidenses a "limpiar la casa" de racismo
El presidente Bill Clinton tuvo que hacer ayer un alarde de su principal cualidad pol¨ªtica -identificarse con posiciones adversas para situarse en el centro- y urgi¨® a todos los estadounidenses, blancos y negros, a superar las divisiones y a "limpiar la casa" de racismo. Desde Tejas, Clinton salud¨® a los cientos de miles de personas que participaban en la concentraci¨®n de Washington, criticando, sin nombrarle, a su organizador, Louis Farrakhan, pero no se olvid¨® de confortar a la mayor¨ªa de blancos, porque de ella depende para ganar unas dif¨ªciles elecciones dentro de un a?o.
EE UU es un pa¨ªs y una familia indivisible para la que "ni el di vorcio ni la separaci¨®n son opciones posibles", advirti¨® Clinton al afirmar con energ¨ªa: "Aqu¨ª, en 1995, al borde del siglo XXI, no podemos atrevernos a tolerar la existencia de dos Am¨¦ricas". "Cuando un ni?o es tiroteado en una calle del Bronx, da igual de qu¨¦ raza sea: es nuestro ni?o americano. Cuando una mujer muere por una paliza, da igual de qu¨¦ raza sea: es nuestra hermana americana. Y cada vez que la droga corre a trav¨¦s de las venas de otro chico, lo que se oscurece es el futuro de todos los chicos americanos".Ante 10. 000 estudiantes de la Universidad de Tejas que le interrumpieron constantemente con aplausos, Clinton lanz¨® el doble mensaje a blancos y negros: "Debemos limpiar nuestra casa de racismo". La mayor¨ªa de los blancos, dijo, no caen en la discriminaci¨®n, pero hay demasiadas ideas destructivas que ganan terreno, igual que ocurre con los negros: "Hay demasiados blancos y negros, en la izquierda y en la derecha en las esquinas y en las ondas de radio, que quieren sembrar la divisi¨®n".
"Mensaje de divisi¨®n"
Se?alando con el dedo, sin citar el nombre de Louis Farrakhan, Clinton dijo que algunos ten¨ªan una historia personal alejada del mensaje de reconciliaci¨®n: "Un mill¨®n de hombres tienen raz¨®n al alzarse en pro de la responsabilidad personal, pero un mill¨®n de hombres no hacen que sea correcto el mensaje de mala voluntad y divisi¨®n de otro hombre".
Poco antes, Clinton hab¨ªa pedido a los blancos el reconocimiento del origen del dolor negro, recordando la esclavitud, la desigualdad y la discriminaci¨®n, con sus ramificaciones en el presente: "Todav¨ªa hoy, demasiados polic¨ªas funcionan con las reglas de juego, de los malos d¨ªas del pasado". "Los negros tienen raz¨®n al pensar que hay algo terriblemente equivocado cuando los afroamericanos tienen muchas m¨¢s probabilidades de ser v¨ªctimas de homicidios (...),cuando hay m¨¢s negros en las c¨¢rceles que en las universidades", a?adi¨® Clinton, sin olvidar "que hay a¨²n una inaceptable disparidad econ¨®mica entre blancos y negros". Pero los negros deben tambi¨¦n entender las ra¨ªces del miedo de los blancos en EE UU, a?adi¨® Clinton, que no se qued¨® corto tampoco en este cap¨ªtulo: "Hay un miedo leg¨ªtimo a la violencia en las ciudades y, a menudo, por experiencia propia o por lo que se ve en las noticias, para esos blancos la violencia tiene un rostro negro".
La voz de Clinton no fue la ¨²nica que salt¨® ayer a la arena del debate racial. El general Colin Powell, todav¨ªa sin deshojar la margarita de la candidatura presidencial, ocupa un lugar especial en la escena: es muy popular en todos los sectores sociales, pero hay m¨¢s blancos que negros que querr¨ªan verle en la Casa Blanca. Powell hab¨ªa declinado la invitaci¨®n de Farrakhan para participar en la marcha, sin citar razones pol¨ªticas o ideol¨®gicas. Tan s¨®lo aleg¨® un compromiso previo.
Powell fue m¨¢s claro ayer en la cadena de televisi¨®n CBS. Dijo que en ning¨²n caso hubiese estado en la concentraci¨®n: "Me preocupaba que mi presencia en la tribuna con Farrakhan pudiera haberle dado un nivel de credibilidad mayor del que yo quisiera", dijo Colin Powell, que fue luego m¨¢s conciliador y se atrevi¨® a formular lo que todos los dirigentes negros de, EE UU pensaban ayer y siguen pensando ahora: "Habr¨ªa preferido que cualquier otro que no fuera Farrakhan hubiera pensado en la idea de la Marcha del Mill¨®n de Hombres".
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