Un ex cargo procesado por la colza alega que solo autoriz¨® una vez el uso de anilina

Manuel Hern¨¢ndez Bola?os, ex jefe del Laboratorio Central de la. Direcci¨®n General de Aduanas, declar¨® ayer en la Audiencia Nacional haber emitido un ¨²nico informe, en 1973, dando el visto bueno a la anilina como desnaturalizante al 2% del aceite de colza. Lo hizo, dijo, para el caso concreto de Laboratorios Industriales de Caucho, fabricantes de "gomas de borrar y suelas de zapatos". De ello, enfatiz¨®, jam¨¢s se deriv¨® una norma general, que tendr¨ªa que haber sido publicada en el BOE, La vista seguir¨¢ el pr¨®ximo lunes.Los letrados de las v¨ªctimas del s¨ªndrome t¨®xico -el tribunal deneg¨® las nuevas pruebas que hab¨ªan pedido, entre ellas las comparecencias de Leopoldo Calvo Sotelo, como presidente del Gobierno que era en 1981, y Carmen Salanueva, que encabez¨® una comisi¨®n sobre la enfermedad- le acosaron durante casi tres horas para responsabilizarle de la tragedia en funci¨®n de su cargo. Pero Hern¨¢ndez, que lo ocup¨® desde 1964 hasta 1984 y es qu¨ªmico, farmac¨¦utico y abogado, se encastill¨® en que tan s¨®lo aprob¨® la anilina para una firma de caucho que utiliz¨® el aceite desnaturalizado con ella como "materia prima".

Cuando se le pregunt¨® por un an¨¢lisis de 1979 a una muestra de RAPSA, la importadora de la colza que, una vez manipulada, acab¨® generando el envenenamiento, insisti¨® en que se hizo a meros efectos identificativos y que ¨¦l era ajeno a hipot¨¦ticas autorizaciones por parte de su Direcci¨®n General. "Lo inimaginable", apostill¨®, les que unos desaprensivos-. lo desviasen de su uso industrial hacia el consumo humano". Eso s¨ª, reconoci¨® que suele haber fraudes alimentarios.

Hern¨¢ndez admiti¨® tambi¨¦n que en Espa?a no se hab¨ªa recurrido, antes a la anilina como desnaturalizante de la colza, sino al ricino, pero matiz¨® que nadie ingerir¨ªa el resultante porque "huele a muerto y su sabor es horripilante". "Los que cometieron la imprudencia temeraria fueron quienes lo refinaron [y enmascararon] al tunt¨²n. Las consecuencia . s se desconoc¨ªan, ya que no se hab¨ªa hecho nunca porque era absurdo hacerlo", concluy¨®.