Puntualiaci¨®n de Alvarez-Cascos

De nuevo me dirijo a usted en queja por la interpretaci¨®n libre y deformada que el editorialista de EL PA?S del d¨ªa 15 de octubre hace de unas declaraciones m¨ªas, para atribuirme la paternidad de una supuesta doctrina que descalifica como "injusta" cualquier sentencia que no "coincida" con la que ya ha dictado la opini¨®n p¨²blica (,recalco la importancia de las palabras entrecomilladas, por ser de cosecha propia del editorialista).Mis declaraciones textuales, realizadas a la agencia Europa Press el d¨ªa 10 de septiembre, y publicadas, entre otros medios, por EL PAIS al d¨ªa siguiente, rezan as¨ª: "La opini¨®n, p¨²blica tiene cada d¨ªa m¨¢s claro el veredicto del caso. GAL, por eso, cada d¨ªa que pasa, la sentencia que dicten los jueces es importante para el cr¨¦dito de la justicia, para que la justicia espa?ola se prestigie ante los propios ciudadanos, porque en la medida en que la decisi¨®n penal, la sentencia, no se corresponda con el veredicto de los ciudadanos a la luz de los datos que se han establecido, quien va a salir perdiendo es la propia justicia. Se juega mucho el prestigio de la justicia espa?ola en este asunto, porque en ¨¦l la opini¨®n p¨²blica espa?ola ya ha dictado su propio veredicto pol¨ªtico".

En ello me reafirmo: creo que la opini¨®n p¨²blica espa?ola ya tiene una idea cabal de qui¨¦n, c¨®mo y cu¨¢ndo organiz¨®, apoy¨®, financi¨® y liquid¨® el GAL, y es el ¨®rgano supremo para dictaminar -y conformar un "veredicto pol¨ªtico". El veredicto penal, la sentencia, corresponde a losjueces. Que ambos veredictos deban guardar correspondencia es una verdad de Perogrullo, porque el GAL existi¨® y la realidad no es m¨¢s que una. El verbo "coincidir" y el adjetivo "injusta" no han salido de mi boca ni de mi pluma, sino de un mal y contumaz int¨¦rprete de las palabras y de las opiniones ajenas. Yo jam¨¢s he confundido ni vinculado las responsabilidades pol¨ªticas con las penales. Por eso s¨¦ distinguir entre veredictos pol¨ªticos y veredictos judiciales.-.