El mundo se compromete a defender la ONU
Desde Estados Unidos a Cuba, desde Jap¨®n a Bielorrusia, desde Namibia a Croacia, los pa¨ªses del mundo se comprometieron ayer, por boca de sus m¨¢ximos dirigentes, a hacer de la ONU un instrumento ¨²til para la paz y el desarrollo de la humanidad. En el primer d¨ªa de las celebraciones del 50? aniversario de las Naciones Unidas surgieron de la tribuna de la Asamblea General bellas palabras y una amplia gama de propuestas para favorecer la justicia y afrontar los nuevos desaf¨ªos contra la seguridad. Es cierto que no son precisamente palabras lo que ha faltado en el medio siglo de vida de esta organizaci¨®n. Pero todos dijeron querer ir ahora m¨¢s lejos que eso. El presidente norteamericano, Bill Clinton, present¨® una iniciativa para luchar contra el crimen organizado, el tr¨¢fico de drogas y el terrorismo internacional. Y el secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, pidi¨® la convocatoria de un periodo extraordinario de sesiones para tratar la crisis financiera de la organizaci¨®n.
El mensaje fue casi un¨¢nime entre los jefes de Estado y de Gobierno que intervinieron ayer: la ONU no es perfecta, muchas veces su actuaci¨®n es lenta, en ocasiones sus decisiones est¨¢n condicionadas a los intereses de las principales potencias, pero el saldo de su vida hasta ahora es positivo, y vale la pena mantenerla. Eso s¨ª, la organizaci¨®n no sobrevivir¨¢ sin profundas reformas en su estructura.La profundidad de esas reformas es distinta seg¨²n el pa¨ªs que las plantea. As¨ª, mientras el presidente cubano, Fidel Castro, ped¨ªa poner fin a la "prepotencia" del Consejo de Seguridad, otros, como el primer ministro de Jap¨®n, Tomiichi Murayama, propon¨ªa simplemente su reestructuraci¨®n con objeto de posibilitar la inclusi¨®n de nuevos pa¨ªses miembros.
Clinton fue quien con m¨¢s ¨¦nfasis mencion¨® la necesidad de desburocratizar la ONU. "Hay que terminar con las ineficacias burocr¨¢ticas y actualizar las prioridades. Las Naciones Unidas tienen que ser capaces de demostrar que el dinero que reciben se utiliza para mejorar la vida de los pueblos", dijo el presidente norteamericano.
Promesa de Clinton
A cambio, Clinton prometi¨® que Estados Unidos, que debe 1.400 millones de d¨®lares (unos 170.000 millones de pesetas) de sus contribuciones anuales a la ONU, "cumplir¨¢ plenamente con sus obligaciones". M¨¢s importante a¨²n que eso, el presidente record¨® a sus compatriotas -cada d¨ªa m¨¢s reacios a contribuir a las Naciones Unidas- que "los valores y los intereses [de Estados Unidos] tambi¨¦n se cumplen trabajando con la ONU".
El titular de la Casa Blanca, que habl¨® durante 14 minutos, casi diez minutos m¨¢s que los dem¨¢s, pidi¨® una cooperaci¨®n m¨¢s eficaz en "la lucha contra los grupos interconectados que trafican con el terror". El presidente norteamericano sugiri¨® una declaraci¨®n universal para "promover la seguridad de los ciudadanos del mundo", y anunci¨® un plan de su propio Gobierno para actuar de forma m¨¢s decidida contra el tr¨¢fico de drogas, de armas y de materiales de destrucci¨®n masiva. Veinticuatro horas antes, Clinton hab¨ªa firmado un decreto para la congelaci¨®n de los bienes que poseen en Estados Unidos 33 empresas colombianas y 47 colombianos sospechosos de estar relacionados con el tr¨¢fico de drogas del c¨¢rtel de Cali. Entre las afectadas se hallan numerosas firmas farmac¨¦uticas, financieras e inmobiliarias.
El presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, propuso, por su parte, la convocatoria para 1999 en su pa¨ªs de la tercera Conferencia de Paz mundial, una r¨¦plica de la que por primera vez se celebr¨®, tambi¨¦n en suelo ruso, en 11199. Yeltsin se quej¨® de que la ONU sea dejada al margen en la soluci¨®n de crisis como la de Bosnia, y advirti¨® que Mosc¨² s¨®lo enviar¨¢ fuerzas de paz a los Balcanes si esas tropas quedan "bajo estricto mandato del Consejo de Seguridad de las Naciones Un?das". "Es inadmisible que una organizaci¨®n regional", dijo Yelt sin en referencia a la OTAN, "tome decesiones sobre el uso de la fuerza ignorando al Consejo de Seguridad".
No fue Yeltsin el ¨²nico que aprovech¨® la ocasi¨®n para hacer patentes sus quejas. El primer ministro japon¨¦s record¨® que este a?o se ha conmemorado tambi¨¦n el 506 aniversario del lanzamiento de bombas at¨®micas contra Hiroshima y Nagasak?, y pidi¨® "el cese inmediato de las pruebas nucleares".
El presidente de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina, Yasir Arafat, llam¨® la atenci¨®n sobre las resoluciones incumplidas del Consejo de Seguridad que ata?en a su pueblo, pero tambi¨¦n dej¨® constancia del buen momento que se vive en Oriente Pr¨®ximo al afirmar que vino a esta conferencia "con el coraz¨®n lleno de amor y paz, con una rama de olivo coronada sobre la paz de los valientes".
Muchos de los discursos fueron, desde luego, de mero tr¨¢mite. Los delegados aprovechaban intervenciones como la del capit¨¢n regente de San Marino o del sult¨¢n de Brunei para estirar las piernas y tomar un caf¨¦. Pero cuando lleg¨® el turno de Fidel Castro, todo el edificio guard¨® silencio y saltaron algunos aplausos, incluso en la sala de prensa.
Butros-Gali, gran anfitri¨®n de esta megacumbre, no tuvo las reservas de los pol¨ªticos norteamericanos y obsequi¨® a Castro con un amistoso abrazo. El secretario general de la ONU se quej¨® en su discurso de que "los Estados miembros no consideran que las Naciones Unidas sean una cuesti¨®n prioritaria", y pidi¨® a todos que consideren qu¨¦ es lo que esperan de la organizaci¨®n internacional. "Con todo respeto, les pido que lo hagan", sentenci¨®.
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