En busca de la exactitud

El primer atisbo de un nuevo enfoque en la cartograf¨ªa oce¨¢nica lleg¨® en 1978 con el sat¨¦lite Seasat lanzado por la NOAA. El ingenio dispon¨ªa de un alt¨ªmetro radar que enviaba pulsos cortos de microondas a la superficie oce¨¢nica y recog¨ªa las se?ales reflejadas. Esto permit¨ªa obtener la profundidad del fondo con un error de cent¨ªmetros.Un examen minucioso de estos datos revel¨® que los accidentes del fondo marino tales como las monta?as producen abombamientos en la superficie y las trincheras hundimientos, de forma que la superficie del mar reproduce la topograf¨ªa del fondo. Adem¨¢s, estos accidentes eran bastante grandes, a menudo del orden del rnetro. Lo que los causa es la modificaci¨®n del campo magn¨¦tico terrestre.

En marzo de 1985, la Marina estadounidense lanz¨® un sat¨¦lite cartogr¨¢fico mejor, el Geosat, para medir el tir¨®n gravitacional del mar hasta octubre de 1986. Sus datos sobre la altura de la superficie marina ten¨ªan una exactitud de unos 2,5 cent¨ªmetros y fueron clasificados secretos porque pod¨ªan servir para mejorar la precisi¨®n de los misiles submarinos.

En 1990, con el final de la guerra fr¨ªa, la Marina permiti¨® el uso de los datos de gravedad obtenidos por el Geosat por debajo de los 60 grados de latitud sur, la mayor parte en los mares ant¨¢rticos. En 1992, hizo p¨²blicos los datos por debajo de los 30 grados sur y, finalmente, el pasado mes de julio, los correspondientes al resto del globo.