Cinco mujeres empezar¨¢n a trabajar en marzo en el interior de las minas
Una sentencia del Constitucional reconoci¨® este derecho en 1992
Cinco mujeres empezar¨¢n a trabajar el pr¨®ximo mes de marzo en el interior de los pozos hulleros asturianos al cabo de muchas d¨¦cadas en que el trabajo extractivo se hab¨ªa limitado al sexo masculino. La empresa estatal minera Hunosa incorporar¨¢ en la primavera 47 nuevos trabajadores, de los que 10 ser¨¢n peones de exterior y 37, ayudantes mineros para reforzar las plantillas en el interior de las explotaciones. En este grupo figuran cinco mujeres, que superaron en su d¨ªa las pruebas de preseslecci¨®n y los reconocimientos m¨¦dicos.
Desde 1.987 una decena de mujeres ya trabaja en las explotaciones mineras de Hunosa, como peones de exterior, tanto en los pozos como en los lavaderos de carb¨®n, pero no en el interior de las explotaciones.La presencia de mujeres y ni?os en el interior de los pozos se hab¨ªa erradicado paulatinamente a partir del primer tercio de siglo y totalmente a ra¨ªz de la doctrina disuasoria que al respecto estableci¨® la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT). Sin embargo, lo que entonces se consider¨® un avance social, al entender el trabaj¨® minero como particularmente penoso y arriesgado, generador de enfermedades respiratorias cr¨®nicas y con una alta tasa de siniestralidad, se interpret¨® m¨¢s recientemente como una discriminaci¨®n sexual atentatoria contra la igualdad de derechos. de hombres y mujeres. En su d¨ªa la prohibici¨®n del trabajo femenino e infantil en las minas supuso tambi¨¦n una conquista sindical, en la medida en que mujeres y ni?os eran utilizados como mano de obra barata.
En Espa?a el reconocimiento del derecho constitucional de la mujer a trabajar como minera en las entra?as de la tierra, sin discriminaci¨®n, de ning¨²n g¨¦nero respecto a los varones, se produjo en diciembre de 1992. Una sentencia del Tribunal Constitucional consagr¨® entonces ese derecho tras una ardua batalla jur¨ªdica planteada por una joven asturiana, Concepci¨®n Rodr¨ªguez Valencia, a la que Hunosa no dio empleo como ayudante minero de interior pese a haber superado las preceptivas pruebas de capacitaci¨®n f¨ªsica y los ex¨¢menes m¨¦dicos pertinentes. Concepci¨®n, que entonces contaba 27 a?os, su marido estaba jubilado por invalidez y era madre de un hijo de corta edad, emprendi¨® una largo proceso judicial en el que cosech¨® sucesivas sentencias adversas hasta el definitivo pronunciamiento a su favor del Constitucional.
Cuando se produjo la sentencia, Concepci¨®n llevaba dos a?os trabajando de pe¨®n en el exterior de la mina, un empleo al que hab¨ªa accedido en una convocatoria distinta. En ese momento adem¨¢s, habla presentado solicitud a una convocatoria de plazas para administrativos en la misma empresa estatal minera Hunosa, que super¨® con ¨¦xito, por lo que no pidi¨® la ejecuci¨®n de la sentencia.
La entrada ahora en Hunosa de cinco mujeres se produce al haber pactado el nuevo presidente, Jos¨¦ Luciano Mart¨ªnez Covelo, con los sindicatos la contrataci¨®n de nuevos trabajadores. Por ello se van a admitir a los 47 previamente seleccionados.
"Cuando pides empleo en la mina es por necesidad. Nunca por gusto. Si los mineros tuviesen otro empleo nunca bajar¨ªan a la mina. Eso mismo me ocurri¨® a m¨ª cuando obtuve la plaza de administrativa", manifest¨® ayer desde su domicilio Concepci¨®n Rodr¨ªguez, en la actualidad destinada en el departamento de formaci¨®n de Hunosa en la localidad de Sama de Langreo, en el valle del Nal¨®n.
"Pero estoy satisfecha de haber conseguido una sentencia que permite a la mujer ser medida con el mismo rasero que el hombre y que le abre el acceso a cualquier profesi¨®n Fue una lucha terrible, en la que nadie sabe lo que sufr¨ª y lo que llor¨¦ por la incomprensi¨®n tan tremenda que encontraba", dice Rodr¨ªguez.
Las recientes tragedias mineras, que causaron la muerte a 29 mineros este a?o en Asturias, 18 de ellos entre agosto y octubre, es un contrapunto desdichado a la felicidad que le embarga. "Cuando el Tribunal Congtitucional dict¨® sentencia me ocurri¨® lo mismo, porque en aquella fecha permanec¨ªa atrapado un grupo de mineros en el pozo Santa B¨¢rbara y para m¨ª la amargura de aquel siniestro se mezclaba con la alegr¨ªa de haber hecho posible una conquista social".
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