M¨¢s que una limosna
Una organizaci¨®n de estudiantes reparte comida entre los mendigos
Andan por la calle armados con caf¨¦, caldo y bollos. Su misi¨®n es sencilla: ofrecer una limosna y un poco de su tiempo a los mendigos. Los Solidarios para el Desarrollo, una ONG de estudiantes de la Universidad Complutense, crearon este servicio en febrero. Los lunes, martes y jueves, de 21.00 a 23.00, la gente sin hogar que vive en las calles del centro de Madrid les espera.
Al o¨ªr la deseada pregunta, ?quieres un caf¨¦?", el hombre que est¨¢ durmiendo en una esquina de la calle de Isaac Peral se despierta. Con voz ¨¢spera les da las gracias a los estudiantes y despu¨¦s de tomar el caf¨¦ caliente se tumba otra vez en el suelo.
"La mayor¨ªa de la gente que encontramos en la calle nos conoce ya", dice ?scar Cend¨®n, de 23 a?os. El estudiante de periodismo lleva cinco meses con los solidarios. Tres veces a la semana, unas 35 personas se dedican a recorrer las calles de Moncloa, suben la calle de la Princesa y se van hacia Callao. Sandra Gurruchaga, de 23 anos, participa esta noche por. primera vez: "Mi hermana me habl¨® de este servicio. Lo que no me gusta es dar dinero a los mendigos porque nunca sabes qu¨¦ van a comprar con esto. Pero lo de darles caf¨¦ y algo de comer me parece muy bien". La estudiante de medicina quiere reservar sus lunes para ayudar al grupo.
Subiendo la calle de la Princesa, el grupo entra en un bar a coger agua caliente para preparar caldo. Una pasteler¨ªa dona los bollos que reparten.
PASA A LA P?GINA 3
Solidarios para el Desarrollo. Antiguo Pabell¨®n de Gobierno de la Universidad Complutense. Calle de Isaac Peral s / n. Horario de la oficina: lunes a viernes, de 9.00 a 14.00 y de 16;00 a 20.00 horas; tel¨¦fono 394 69 29.
Solidarios para el Desarrollo ampliar¨¢ sus servicios
VIENE DE LA PAGINA 1Lo dem¨¢s lo reciben del Banco de Alimentos, un almac¨¦n de comida donada por empresas y particulares para repartir a las organizaciones humanitarias para gente necesitada.
"?De qu¨¦ Iglesia sois?", pregunta Nacho cuando le ofrecen un caf¨¦. ?scar le explica el trabajo de los solidarios y charla un rato con ¨¦l. El hombre en ch¨¢ndal quiere saber si los estudiantes esta noche han encontrado a mucha gente en la calle. Al enterarse de que no, les dice comiendo su bollo: "A ver si ten¨¦is m¨¢s suerte". La iron¨ªa de la situaci¨®n hace re¨ªr a Sandra: "Es ¨¦l quien necesita m¨¢s suerte".
Coral L¨®pez, estudiante de 19 a?os, se da cuenta cada noche en su trabajo con los solidarios que se tendr¨ªa que hacer m¨¢s para la gente en la calle. Giuseppe, un italiano sin hogar, le pide ropa: "S¨®lo tengo lo que llevo". Su compa?ero se queja de lo mismo. En el peri¨®dico que acaba de coger de la basura lee las ¨²ltimas noticias deportivas mientras bebe el caf¨¦ que le han servido.
"Vamos a ampliar el servicio", informa David Calzado, responsable de prensa de los solidarios. "Dentro de dos semanas podremos ofrecerlo todos los d¨ªas porque para entonces tendremos 50 voluntarios". Tambi¨¦n quiere cubrir otras zonas: Retiro, el paseo del Prado y Atocha aparecen en su lista. Los lunes ayuda a los estudiantes. "En Madrid hay unos 7.000 personas en la calle y el Ayuntamiento s¨®lo tiene 1.000 camas para la gente sin hogar", dice dolido.
Aparte de dar algo de beber y comer a los mendigos, los estudiantes quieren hacerles compan¨ªa. Montse, que est¨¢ sentada en la acera de la calle de la Princesa Con todas sus propiedades en maletas y bolsos, les cuenta sobre su novio marroqu¨ª y su fatal situaci¨®n econ¨®mica. Los J¨®venes se quedan all¨ª un largo rato.
En Callao, donde termina su ruta, encuentran a Pedro. "Como todas las noches", dice ?scar. En la entrada de un banco se ha construido su cama de cart¨®n para esta noche. "Las chicas ya han estado aqu¨ª", dice sonriendo y les desea. "Buenas noches".
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