Demoliciones GiI y Gil
Dirigentes de UGT hacen guardia para que el alcalde no arrase su sede marbell¨ª
En la boda de su hijo, Jes¨²s Gil y Gil fragu¨® la lista de candidatos que le aup¨® a la alcald¨ªa de Marbella, y eligi¨® el D¨ªa de los Enamorados para constituir el Grupo Independiente Liberal (GIL). "Yo no me caso con nadie, no soy de derechas ni de izquierdas, ni filipino", afirma para definir su ideolog¨ªa y la de su grupo: "Liberal en el reparto de riqueza y social en el reparto de oportunidades"."Dicho y hecho", es el grito de guerra que desde hace, cuatro a?os largos pregona: el primero fue para tirar abajo la casa de su antecesor socialista, apenas tomar la alcald¨ªa; el pen¨²ltimo, hace unos d¨ªas, para derribar parte de la sede local de UGT. Las dos edificaciones afectaban el trazado de sendas calles, y ambas fueron destruidas de noche por las palas municipales. El ex alcalde del PSOE cobr¨® una suculenta indemnizaci¨®n; los sindicalistas guardan turno para vigilar las tres paredes que quedan en pie.
La eficacia es la bandera enarbolada por Gil, que con 9.500 millones en inversiones inmobiliarias en su haber, seis expedientes municipales de infracciones en su contra y el cartel de persona non grata colgado por la anterior corporaci¨®n local, se propuso refundar Marbella.
Dos grandes arcos "los de la megaloman¨ªa fara¨®nica de Gil" como ¨¦l mismo describi¨®, acotan "a modo de aduana"; el municipio al que dot¨® de himno y de bandera azul, blanca y celeste, colores que se repiten en uniforme de azafatas y bordillos de acera. "Mira, Marbella siempre te embruja, la magia que te dibuja con los pinceles de Gil", desgrana la rumba de la ciudad.
Recurri¨® a los vecinos para que dieran "un beso en la boca a los extranjeros" e hizo de Marbella patrocinadora de las visitas Vips de la Expo 92 con la aportaci¨®n de 150 millones de pesetas. El alcalde estaba dispuesto a adquirir "helic¨®pteros rusos de 150 plazas", para llevar a los turistas a la isla sevillana de La Cartuja, si fuera preciso. Las m¨¢quinas no aparecieron, pero s¨ª un avi¨®n de segunda mano que compr¨® a un jeque ¨¢rabe para la promoci¨®n tur¨ªstica del municipio y que luego fue devuelto por no contar con autorizaci¨®n para operar.
La nueva Marbella de Gil jubil¨® al viejo Ford Granada que, durante cinco a?os ejerci¨® de coche oficial del consistorio. "Yo, en Rolls Royce, todo lo mejor", dijo del veh¨ªculo que adquiri¨® por un convenio urban¨ªstico para negarse a pisar las dependencias municipales por temor a "coger el sida". Destin¨® m¨¢s de 64 millones de pesetas a construir el nuevo despacho de alcald¨ªa en la antigua sala de Justicia del consistorio, reservado a contadas recepciones, e hizo de su Club Financiero Inmobiliario el verdadero centro de operaciones.
De su primer proyecto: unir Marbella y M¨¢laga con un tren monov¨ªa, s¨®lo queda el recuerdo. Las obras se cifraban en unos 50.000 millones de pesetas, sin contar con los terrenos a expropiar. Una de sus ¨²ltimas ideas es la de crear una jungla a tres kil¨®metros de Puerto Ban¨²s; otra, la de montar una ciudad del cine en 100.000 metros cuadrados.
En este tiempo, dos hoteles en crisis fueron adquiridos por el Ayuntamiento, y el puerto deportivo, donde sufri¨® el mayor enfrentamiento a su pol¨ªtica, tambi¨¦n pas¨® a manos municipales; ahora la vista est¨¢ puesta en el emblem¨¢tico Puerto Ban¨²s.
"Si me presento con 20 bomberos tambi¨¦n gano las elecciones", dijo el alcalde, que proh¨ªbe con una cl¨¢usula de 100 millones de pesetas a sus concejales pensar en el transfuguismo, que promociona el nombre de la ciudad con su patrocinio en las camisetas del Atl¨¦tico de Madrid y del Sevilla y que cambia obras por suelo municipal.
Gil, que se neg¨® a enviar las actas de plenos al gobierno civil y que recibi¨® una sanci¨®n de 210 millones de pesetas del Consejo de Ministros por construir un paseo mar¨ªtimo sin autorizaci¨®n, hizo frente a 250 denuncias de la oposici¨®n municipal sin mayores consecuencias, seg¨²n su abogado. Y consigui¨® tener una de las ciudades m¨¢s limpias del pa¨ªs, aunque la empresa concesionaria de la basura todav¨ªa le reclame 5.000 millones de pesetas de su primer a?o y medio de servicio.
El alcalde, que recibi¨® un duro rev¨¦s en las pasadas elecciones generales, a las que concurri¨® con el lema Todos a por todas, tiene, 1.500 peticiones que esperan que oficie su boda. Hasta ahora s¨®lo ha casado a seis parejas. Las pase¨® en calesa y limusina y les obsequi¨® con dos noches en hotel de cinco estrellas.
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