Argandas

Argandas del mismo Rey, puesto que al escuchar hablar a los se?ores representantes de la corporaci¨®n y al jefe de la Polic¨ªa Local me ha parecido que se refieren a un pueblo distinto al m¨ªo, ya que su Arganda es "una ciudad tranquila", en tanto que en mi pueblo a¨²n no se han apagado los lamentos del d¨ªa en que un grupo de gamberros mantearon a un muchacho en el instituto, y para dar m¨¢s morbo a la gamberrada retiraron la manta. En mi pueblo a¨²n se siguen vertiendo las l¨¢grimas de una familia que perdi¨® a un hijo asesinado con un gancho de carnicer¨ªa.Mi pueblo es aquel que se hizo tristemente famoso por la pe?a de Los Blusones Negros, y en el que hace muy poco tiempo ha sido asesinado un taxista de varias decenas de pu?aladas. Mi Arganda es un pueblo en el que la gente cae por las barandillas en las peleas, y en el que se propin¨® una paliza a un hombre por no querer tocar el claxon del coche el d¨ªa que comenzaron las fiestas.

Este pueblo m¨ªo, que no es el de D. Gin¨¦s L¨®pez, ni el de D. Benjam¨ªn Mart¨ªn, ni el de D. Santiago D¨ªaz, es el pueblo del que hablaban los j¨®venes de Arganda el d¨ªa 18 en su manifestaci¨®n, un pueblo que no se atreve a salir en defensa de un muchacho desvalido porque corre el riesgo de seguir su suerte, un pueblo que tiene que soportar la lacra de los grupos de drogadictos, que tienen hasta cuartel general, un pueblo en el que todos los padres que tenemos hijos en edades j¨®venes, temblamos cada vez que salen de casa. En fin, que mi pueblo tiene miedo e indignaci¨®n, pero ni los gobernantes de antes ni los de ahora con los 100 puntos de actuaci¨®n de su programa parecen capaces de quitarnos.-