Alegre pesimismo
Probablemente la frase de Cioran al principio de este divertido cabar¨¦ literario (el g¨¦nero se llama as¨ª) es la menos pesimista, la menos cr¨ªtica: "No existe ning¨²n medio demostrar que es preferible ser que no ser". Se sabe, se intuye, que es preferible no ser: el infinito de seres que no son no dan muestra alguna de desagrado, mientras que esta! cuatro estupendas se?oritas se quejan y transmiten nuestras quejas de seres.No limito el calificativo solamente a su calidad de actrices y de show-women (en Estados Unidos ya no se puede decir esta palabra que no es correcta pol¨ªticamente: woman contiene la palabra man y da a entender una derivaci¨®n masculina), sino a todo lo visible. Y audible. Las se?oritas (?se puede aceptar la palabra "se?or" en ese t¨ªtulo?) hacen un espect¨¢culo cr¨ªtico en el que se refieren al veneno destilado por la televisi¨®n y por los peri¨®dicos.
Los domingos matan m¨¢s hombres que las bombas
Textos de Bor¨ªs Vian, Charles Bukowski, Quim Monz¨®, Ray Loriga, Charles Baudelaire, Cioran, Max Aub, Moncho Alpuente, Ignacio Carri¨®n. Int¨¦rpretes: Beatriz Bergam¨ªn, Naya Gonz¨¢lez, Mar¨ªa Jos¨¦ del Valle, Ana Wagener, voz de Juan Fern¨¢ndez.M¨²sica: Morphine, Albert Pla y Pablo Milan¨¦s. Vestuario: Roberto Peromingo. Espacio esc¨¦nico, iluminaci¨®n, dramaturgia y direcci¨®n: Jes¨²s Cracio. Producci¨®n de Fundiciones Teatrales C2. Festival de Oto?o, Teatro Alfil, Madrid, 2 de noviembre de 1995.
La improvisaci¨®n en el show est¨¢ en la lectura y comentario de los diarios de la fecha, con algunas noticias entre duras, insolentes y est¨²pidas: luego los rompen ostensiblemente. Es extra?o que no incluyan en este desprecio a la comunicaci¨®n el teatro mismo, que transmite muchas veces cosas horribles. Pero de ellas me encargo yo.
No en este caso: se pueden hacer muchos elogios a las cuatro actrices y a c¨®mo ejercen su profesi¨®n, a su m¨ªmica y a sus diversas voces (diversas en cada una de ellas) y a la direcci¨®n de Jes¨²s Cracio. No hago m¨¢s que sumarme al entusiasmo en directo del p¨²blico, a sus ovaciones y sus bravos.
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