"Ganan m¨¢s que un ministro"

Te¨®dulo Quincoces, cubano, lleg¨® en la ma?ana de ayer a Barajas procedente de La Habana. Se encontr¨® con una larga lista de vuelos cancelados y la imposibilidad de acudir esa misma noche, en Tenerife, a una cita de trabajo. Desconoc¨ªa los conflictos de los pilotos espa?oles y no hab¨ªa podido recurrir a otras compa?¨ªas a¨¦reas con tiempo suficiente.Era uno de los escasos visitantes que recorr¨ªa ayer las salas del aeropuerto de Madrid. Tan pocos que Mar¨ªa Carretero y las otras cinco mujeres que venden habitualmente loter¨ªa all¨ª se fueron a sus casas desesperadas y con el fajo de d¨¦cimos pr¨¢cticamente ¨ªntegro. "Las huelgas nos hacen polvo, no viene nadie ni vendemos nada", afirmaba.

Los pasajeros que se arriesgaron a acudir al aeropuerto eran los que sab¨ªan con antelaci¨®n que sus vuelos estaban incluidos dentro de los servicios m¨ªnimos. Fue el caso de Rafael Cabrerizo, que pudo viajar a Ibiza con absoluta normalidad despu¨¦s de haber llamado con reiteraci¨®n a Iberia y comprobar que su avi¨®n no formaba parte de los 340 cancelados.

Los despistados pagaron sus iras con las azafatas que atienden el servicio de informaci¨®n. Ayer tuvieron un d¨ªa relativamente tranquilo, pero el domingo se en continuaron con una avalancha de usuarios, algunos de ellos con muy poca paciencia cuando intentaban explicarles viajes alternativos en autob¨²s o tren.

Javier Solanic deb¨ªa haber cogido en El Prat uno de los 171 vuelos que quedaron sin efecto. El suyo, con destino a Par¨ªs, deb¨ªa partir a mediod¨ªa. Sobre las dos de la tarde, este ejecutivo de una multinacional de cosm¨¦tica se mesaba los cabellos apoyado en la barra del bar de la terminal B del aeropuerto." Me han dicho que no podr¨¦ partir hasta las tres y media y llegar¨¦ tarde a una reuni¨®n importante", aseguraba. Solanic, al que la impaciencia le obligaba a mirar el reloj una Y otra vez, se lamentaba: de las razones de la huelga: "No s¨¦ qu¨¦ quieren estos pilotos, ?si ganan m¨¢s que un ministro!".

Las terminales m¨¢s visiblemente afectadas por la huelga en los dos aeropuertos eran las del puente a¨¦reo, servicio monopolizado por Iberia. Sin embargo, el hecho de que otras dos compa?¨ªas nacionales Air Europa y Spanair cubran el trayecto entre BarceIona y Madrid no dej¨® en tierra a demasiados viajeros.

Es la soluci¨®n que encontr¨®, por ejemplo, Ram¨®n Llurba, un m¨¦dico que iba hacia Madrid. "No es lo mismo que el puente a¨¦reo. Tengo que esperarme un rato, pero al menos puedo ir a Madrid", indic¨® el facultativo quien evit¨® opinar sobre el conflicto.

La terminal de vuelos internacionales parec¨ªa permanecer al margen del conflicto, debido aquella parte del pastel es menor para Iberia. Las compa?¨ªas extranjeras pudieron asumir sin demasiadas complicaciones los pasajeros que Iberia dejaba en tierra.